La compañía petrolera Cepsa ha confirmado a los representantes sindicales de la Refinería de Tenerife que finalmente son 31 los trabajadores que pueden acogerse al despido colectivo voluntario que ha propuesto y que, en total, prevé el despido de 320 empleados en las diferentes plantas de todo el territorio nacional.

El periodo de negociación entre la dirección empresarial y los sindicatos se inició el pasado viernes y está previsto que dure hasta el 5 de mayo, por lo que el Expediente de Regulación del Empleo (ERE) de adscripción voluntaria podría ejecutarse a finales de mayo o comienzos de junio, según confirmó ayer el presidente del comité de empresa, Benito López.

"Nos han dicho que es un acto voluntario que pueden realizar los empleados de más de 55 años y a los que la empresa les tiene que dar el beneplácito y que si no se adhiere ningún trabajador no habrá repercusiones", detalló López, para quien "hasta que se negocie en profundidad no se debe tomar ninguna decisión".

"Dicen que este ERE se debe a un cambio organizativo que obliga a modificar el organigrama productivo y que hace que sobre personal", confirmaba ayer también desde el comité de empresa, Alain Perera, antes de anunciar que los trabajadores no están de acuerdo con estos cambios y que ya están elaborado un calendario de protestas.

De hecho, ayer se iniciaron las movilizaciones con una concentración masiva en la puerta principal de acceso a la Refinería que incluso llegó a cortar uno de los accesos principales a la ciudad (la avenida Manuel Hermoso) y que previsiblemente se repetirá próximamente.

"No solo protestamos por los despidos que se prevén, sino también porque la actividad sigue completamente parada pese a que los márgenes de negocio han vuelto a ser positivos. No sabemos a qué está esperando la empresa para empezar a trabajar", criticaban ayer tanto Perera como López.

Desde la Refinería recordaron ayer el "carácter voluntario" del ERE y afirmaron desconocer la cifra de 31 despidos.