Pedro Fernández Arcila y Asunción Frías, concejales de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, tacharon hoy de inaceptable el trato que recibieron ayer las niñas del ballet de Alicia Fariña durante la gala de elección de la reina infantil del Carnaval de la capital tinerfeña. Ambos ediles han recibido durante la mañana de hoy numerosas llamadas de madres y padres de las niñas, que en la tarde de ayer fueron obligadas a permanecer por fuera del Recinto Ferial, bajo unas condiciones meteorológicas adversas, debido a los nuevos criterios del Ayunta­miento para el control del acceso a este espacio.
Concretamente, el Organismo Autónomo de Fiestas contempla, dentro del plan de seguridad para la presente edición del Carnaval, que los grupos que actúen en los diferentes espectáculos deben abandonar el Recinto Ferial tras su intervención y volver a acceder como público y con la entrada correspondiente.
Al respecto, Arcila y Frías dicen no tener nada que objetar; sin embargo, dicen no comprender el hecho de que a unos grupos se les haya permitido entrar gratuitamente al mismo acto en el que participaron y a otros no. Además, en la gala de ayer no se había alcanzado el aforo, por lo cual no cabe plantear que esa fuera la razón por la que se les impidiese entrar. Por otra parte, los padres afirman que el trato dispensado por los agentes de seguridad no fue el adecuado, en tanto que Sí se puede considera viable y oportuno favorecer la entrada a los grupos que participan de manera desinteresada, como es el caso del ballet de Alicia Fariña, sin primar el negocio de la venta de entradas.
Ante esta situación, Frías ha registrado en la mañana de hoy una solicitud de información al alcalde, José Manuel Bermúdez, y al presidente del Organismo Autónomo de Fiestas, Fernando Ballesteros, sobre los criterios que se barajaron para dejar entrar gratuitamente a unos grupos y a otros no en el mismo evento del Carnaval en el que actuaron. Además, Arcila ha exigido a Ballesteros que se reúna de inmediato con los padres y madres de las pequeñas –de entre tres y quince años de edad– para que dé la cara por tan lamentable espectáculo.
Las niñas del ballet infantil de Alicia Fariña permanecieron a la intemperie durante una tarde de frío, lluvia y viento y sin que algunos de sus padres, que estaban en el interior del Recinto Ferial, lo supieran, aunque sí continuaron bajo la tutela de las responsables del ballet. Estos progenitores no fueron conscientes de la situación hasta que los organizadores del acto les advirtieron, ante la ausencia de las niñas, que debían pagar las entradas correspondientes si querían acceder.