El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, declaró hoy que en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014 no hay dinero para la desalación de agua, y señaló que de mantenerse así el precio del agua en las islas podría subir en torno al 40 por ciento.

José Manuel Bermúdez hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en la que habló del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014 y su incidencia en la capital tinerfeña.

Reconoció que la dotación para desalación de agua no afecta de forma directa a la capital tinerfeña pero señaló que de no corregirse esa partida el precio del agua podría subir en torno al 40 por ciento y eso ocasionaría un grave perjuicio al consumidor de Santa Cruz de Tenerife.

José Manuel Bermúdez calificó el proyecto de ley de injusto y para la "defenestración" de Canarias, donde, señaló, la inversión del Estado disminuirá en el 62 por ciento con respecto a los de este año.

Comentó que la única partida directa para Santa Cruz de Tenerife llegará "de la mano" de la Autoridad Portuaria, para cuestiones como la obra de la Vía Litoral, la nueva terminal de cruceros y el dique sumergido de San Andrés, para el cual, agregó, "esperamos" la declaración de urgencia por parte del Consejo de Ministros.

Bermúdez criticó que AENA destine a Tenerife 90 millones de euros y a Gran Canaria 140 millones, cuando por población no debería ser así, y denunció que la inversión del Estado en costas pasará de 17 a 5 millones de euros.

Señaló que con el actual proyecto no se podrá ampliar la depuradora del barrio de Buenos Aires que es, destacó un requisito que exigen tanto el Gobierno central como la Unión Europea.

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife señaló que tampoco se podrá llevar a cabo la reposición de las viviendas del barrio de La Candelaria, y dijo que es "deleznable" que se haya dejado sin dotación el Plan Integral de Empleo para Canarias (PIEC), cuando es la comunidad con la tasa de paro más elevada.

José Manuel Bermúdez aseguró que no quiere ser victimista sino realista, y afirmó que no es la primera vez que Europa "nos trata mejor" que España.

El alcalde de la capital tinerfeña "no tira la toalla" y por ello se mostró convencido de que "obligaremos políticamente" al Gobierno español para que invierta en Santa Cruz de Tenerife "lo que la ciudad se merece".