José Manuel Corrales, concejal de IU-XTF en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, elige para pasear Puente Zurita, aunque este barrio era conocido antiguamente como Buenavista.

Se trata de un paseo marcado por los contrastes. La modernidad y el cuidado del tranvía, y las antiguas casas terreras y la tranquilidad de las calles entre las vías y el barranco de Santos.

Corrales, que es vecino de este barrio, hace hincapié en esa "diferencia entre el tranvía, todo bonito, todo moderno, y una calle más acá, dejado de la mano de Dios, una auténtica barricada de mierda y el que la gente se tenga que tirar a la calle y estar luchando contra el coche para poder andar".

Este podría ser el resumen de nuestro paseo, que comienza en la parada de tranvía de Puente Zurita. El concejal de IU-XTF llama nuestra atención sobre una miniacera por la que apenas puede pasar la gente, comida por un muro tras el que hay un solar abandonado. "Esto lo han arreglado después de que lo denunciamos, pero aquí no ha pasado nunca nada grave porque Dios es grande", dice, en alusión a que "la gente se tiene que tirar a la carretera" para seguir su camino.

Subimos por la rambla Islas Canarias y giramos en la calle Graciliano Afonso. Contenedores llenos, un colchón viejo fuera e incluso un señor dentro de uno de ellos rebuscando entre la basura... Corrales asegura que "a veces no se puede ni pasar".

Entramos en el Pasaje Primero de Álvarez, donde las casas terreras y antiguas parecen transportarnos al pasado de Buenavista. Algunas están tapiadas, pero otras, habitadas y cuidadas, revelan que se trata de un barrio con personalidad.

"La basura no pasa, Urbaser no pasa y cuando tienen problemas, que los vecinos se busquen la vida", resume el concejal, mientras señala los socavones de la carretera.

Casi al lado, girando una esquina de Elías Mújica, entramos de nuevo en la modernidad, con las vías del tranvía y la oficina de Distrito de frente. "La burocracia por un lado, y los problemas reales de la gente por otro", opina Corrales, para añadir que muchos vecinos no saben ni siquiera que tienen la oficina municipal tan cerca. "La gente que vive aquí no sabe ni a qué distrito pertenece. No es La Salud, no es Salamanca..."

Hacia el corazón de Buenavista descubrimos más casas terreras de autoconstrucción y solares abandonados. Un barrio que está tan cerca y a la vez tan lejos de Santa Cruz.

Más abandono que dotaciones y parques

"No me gustaría que a este barrio le quitaran la identidad; lo que sí me gustaría es que lo tuviesen más limpio", señala José Manuel Corrales.

Sobre todo uno de los recodos del barrio, donde existe un edificio derruido sobre un solar abandonado. "Podían poner una plaza, adecentarlo o hacer algo", opina el concejal de IU-XTF, que señala que esta parte de la ciudad carece de dotaciones para los vecinos que viven alrededor, muchos de ellos gente mayor.

El edil propone que todas esas zonas que están en desuso "las limpien y la aseen". "Esto con tres perras se podría hacer", opina.

"Esa máxima que repiten todos de que se gasta mucho dinero en el Centro y poco en los barrios es cierto", considera, mientras seguimos en un recorrido que con el calor es más solitario de lo que esperábamos en un principio.

Buenavista, encrucijada de varios barrios, parece haberse quedado congelada en el tiempo. Sus casas terreras, sus ruinas y la falta de gente en sus calles nos forman la imagen de un barrio petrificado.

Muchos de sus edificios son hermosos y otros evocan otros lugares. "Es como si estuviésemos en el campo, pero en medio de la ciudad", resume Corrales, al final de nuestro paseo.