Si alguien del principal grupo de la oposición en Santa Cruz (PP) conoce el Plan Especial de El Toscal es, sin duda, la edil Ana Zurita, quien comenzara como técnica de la Gerencia de Urbanismo la redacción de este documento. Tras el anuncio del gobierno local de que se ha concluido la elaboración del proyecto y que ahora solo falta el visto bueno definitivo de los vecinos para llevarlo a pleno en septiembre, Zurita censura que el PSOE "defienda ahora" cuestiones que antes criticaba, pero, sobre todo, reivindica el derecho de los vecinos a una edificabilidad mayor y "justa", así como que los propietarios sean realmente los impulsores del plan mediante convenios con el ayuntamiento y otras administraciones.

La concejal niega que El Toscal vaya a contar ahora con Plan Especial, "pues ya estuvo en información pública y hubo un centenar de alegaciones, la mayoría solicitando mas altura en edificaciones catalogadas o protestando por las catalogaciones, nada que ver con la demagogia que se ha hecho acerca del plan".

Según recalca, "los verdaderos afectados del plan son los habitantes del barrio y los propietarios del suelo. Se trata de una superficie muy pequeña que no va resolver los problemas de Santa Cruz ni va ser un nido de especulación. Sus dueños tienen el mismo derecho que los demás a una edificabilidad y a unas condiciones de ciudad que el ayuntamiento les ha negado, así como a una calidad urbana que los que viven en el entorno del centro".

En este sentido, recuerda que los propietarios del entorno de la Casa Pisaca "llevan 50 años afectados por la expropiación que el consistorio realizó en el año 2000", o que los de la manzana central, entorno del teatro San Martín, "esperan por un Plan Especial que ni siquiera era BIC".

A su juicio, "la experiencia de más de 50 años de nula gestión municipal en este barrio ha demostrado la ineficacia de lo público, por lo que hay que dar pie a que sean los propietarios del suelo los que realmente dinamicen el barrio y que el ayuntamiento dé todo tipo de facilidades. Eso sí, siempre dentro de los criterios de protección del patrimonio que se fijen, sin olvidar que estamos en un BIC". Zurita pone como ejemplos a La Laguna, La Orotava y Vegueta para insistir en que "solo se necesita apoyo y seguimiento político".

La edil tiene claro que el futuro de este barrio clave no depende de "la inmediatez de la aprobación de un Plan Especial, sino de la voluntad política del gobierno de sacar adelante la zona. Un plan no sirve para nada si no hay una gestión paralela ni un compromiso con los propietarios del suelo. Además -y según recalca-, ha de ser realista y adaptarse a la economía real del ayuntamiento y de los dueños". En su opinión, la clave no radica en las grandes actuaciones, "sino en las pequeñas y sencillas, las relativas al paisaje y el entorno urbano de calidad, con cuestiones atractivas para la gente del barrio".

Zurita advierte de que en El Toscal, por sus características, se ha de apostar por la renovación del conjunto histórico sin operaciones especulativas. A su juicio, estas actuaciones, así como las que afectan al paisaje urbano, han de ser consensuadas con los propietarios y habitantes. Por su parte, las relativas a edificabilidad de parcelas concretas, condiciones de protección o compromisos de urbanización "han de asumirlas los dueños salvo que se entre en controversia con el interés general".

"Dinamitar propuestas"

A su juicio, mucha gente "sin intereses en el barrio han hecho mucha demagogia con el plan solo para dinamitar propuestas porque venían de un determinado partido".

"No debe ser noticia que se proponga aparcamientos, equipamientos, dotaciones o calles peatonales como la de San Miguel y Santiago, pues son las mismas que las de 2006 y ya resulta cansino. La noticia debe ser que se va a hacer tal o cual actuación, que se firma convenios con los propietarios y que va a haber una dinamización efectiva de la vía La Rosa".

Asimismo, aboga por más "gestión, seguimiento, busqueda continua de financiación, versatilidad y adaptabilidad a las demandas y necesidades económicas. Se ha de hacer una programación detallada, ser constantes e ir sacando actuaciones viables económicamente y en el tiempo, incluso al margen del plan. No hay por qué castigar a los propietarios por estar en un conjunto histórico, sino dar incentivos y ayudas. Tampoco se puede sacar un titular anunciando una inversión por el ARI del Conjunto Histórico de 8 millones de euros y no saber nada mas de esto desde 2007, y menos anunciar un compromiso con 88 viviendas sin saber cuáles iban a ser los criterios para esa financiación, tal como anunció Angela Mena, cuando en la Gerencia no se tenía ni noticia de esos criterios. Es esta descoordinación lo que perjudica a El Toscal y a Santa Cruz en general".