Una vecina de Santa Cruz de Tenerife reclamó a la empresa Emmasa una factura de 553,27 euros de una vivienda en la que no reside. Hasta que le cobraron ese desmesurado montante, Emmasa le cobraba sólo 19,74 euros al mes, pero en junio de 2010 esta usuaria que prefiere permanecer en el anonimato pagó más de medio millar de euros, ya que tenía el cobro domiciliado. "De todo se aprende", apostilla.

Su piso se encuentra en un edificio que lleva cuatro años construido, pero no está habitado, por lo que las facturas de agua que recibía eran siempre las mismas y muy bajas. Sin embargo, en junio se llevó la sorpresa de que le habían cobrado la friolera de 553,27 euros. Alarmada, revisó la vivienda, contrató un fontanero para que buscara fugas y en su caso certificara que no era así, e interpuso una reclamación a la empresa de aguas.

En el escrito, argumenta que "dicho consumo no se corresponde a la realidad". Subraya que "se trata de una vivienda de nueva construcción" en la que "no se ha vivido", como "se puede comprobar por el consumo eléctrico, cero". Además, argumenta que en casos similares "sólo se puede cobrar el consumo baremando los importes por metro cúbico".

Rechazan la reclamación

Sin embargo, la contestación de Emmasa fue tajante: "No procede la refacturación de ningún recibo". En la escueta respuesta, detalla que la empresa realizó una revisión del contador que "dio un resultado satisfactorio" y que la tarifa especial que solicita "sólo es aplicable cuando existan fugas interiores, lo cual no ocurre en este caso".

Fuentes de la empresa de aguas confirmaron ayer a este periódico estos datos y añadieron que comprobaron dos veces "el buen estado del contador" y "de las conducciones de agua". Asimismo, descartaron que se tratara "de una avería o una fuga".

Emmasa subrayó que se trata de "un problema de consumo" y que por desgracia "no es un caso inusual".

La afectada aseveró que todos los grifos estaban cerrados y que el importe de la factura "es desmesurado". Explicó que había acudido a la asociación de consumidores Facua y que había hablado con la Consejería de Industria. En esta última detalla que fueron "muy amables" y que la explicaron que ese tipo de errores podían producirse en los "contadores eléctricos", pero que era muy raro que ocurriera en los del agua. "Esta desmesurada cantidad ni siquiera correspondería al consumo mensual de agua de cualquier restaurante de nuestra isla. Me siento timada y desprotegida", se quejó.

"No creo que pueda hacer nada ya. La vivienda la adquirí hace cerca de un año y yo sola, con lo que supondrás el esfuerzo económico que me ha supuesto el que me cargasen de golpe casi 600 euros", añade.

Sobre la posibilidad de que alguien le haya robado agua, Emmasa no ha encontrado ninguna evidencia y ella desconoce este extremo.

También ha preguntado a la comunidad de propietarios y le han asegurado que no han empleado agua de ninguno de los pisos para las zonas comunes.

Con las dos versiones enfrentadas, la de Emmasa y la de esta usuaria, sólo queda preguntarse qué habrá podido ocurrir para que la factura del consumo fuera tan desorbitada. Pasara lo que pasara, esta ciudadana ya lo ha abonado y espera que no vuelva a suceder.