Juan Francisco Marrero pasó la noche del martes al miércoles en el Albergue Municipal, después de que la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, número 1 de Santa Cruz de Tenerife, María Jesús García Sánchez, dictara el pasado martes una orden de alejamiento para este tetrapléjico, que le impedía volver a su casa y le dejaba literalmente en la calle, en base a la denuncia interpuesta el lunes por su pareja, quien declaró que al ir a hablar con él "la cogió por el hombro, la agarró del pelo y la arrastró hasta el suelo, dándole con los pedales de la silla de ruedas y golpeándose en el empeine de ambos pies", según figura en el auto judicial al que ha tenido acceso este periódico.

Marrero ingresó en el albergue a las 19:30 horas del martes. Su hijo menor le llevó la cena, ropa limpia y las pastillas que tiene que tomar cada día. Pasó allí su primera noche, con dificultades para dormir "por los ronquidos de uno de los usuarios", pero sin ningún dato más importante que destacar, en opinión de Marrero.

Este periódico visitó en la mañana de ayer a Juan Francisco en el albergue. Estaba sereno y esperanzado en poder volver a su casa, después de conocer que la jueza le dará audiencia hoy, donde podrá explicar ante la magistrada su versión de los hechos, que se resume en que él es el maltratado.

Puso de manifiesto el buen trato recibido en el albergue, que, por su antigüedad, todavía conserva escalones y los accesos no están preparados para las sillas de ruedas. En cambio, sí cuenta con un cuarto de baño adaptado para las personas con discapacidad.

No obstante, la buena disposición del personal del albergue ha suplido las deficiencias.

Por fin, Juan Francisco Marrero pudo asearse ayer con la ayuda de un amigo que acudió a visitarle. También se presentó su madre, una mujer de casi 80 años, con limitaciones y bastante afectada por ver a su hijo en esa situación y por no poder llevárselo a su casa.

De vuelta a casa.- Ana Galván, abogada de Juan Francisco Marrero, manifestó ayer que la jueza María Jesús García ha solicitado que el vecino de Santa Cruz comparezca hoy en el juzgado. Por fin, la juez podrá comprobar con sus propios ojos que Marrero, tetrapléjico, no tiene fuerza para arrastrar a nadie.

Además, la abogada de este vecino de Santa Cruz presentó ayer un recurso, en el que pide a la jueza que "atienda al interés del menor (el hijo de 17 años) y al del dependiente", para que ambos se queden en la casa de Añaza, sin barreras arquitectónicas, al tiempo que solicita que se estudie si la denunciante, presunta víctima de violencia de género, puede pasar a vivir en un piso tutelado, específico para estos casos.

La letrada recalca que el auto judicial especifica que el único peligro que puede existir en ese hogar "es que el hijo menor manifestó que cuando cumpliera 18 años mataría a su hermano mayor".

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