El Servicio Psicopedagógico de Añaza, que en los últimos cinco meses ha prestado un total de 1.472 consultas entre usuarios de todos los núcleos de población del Distrito Suroeste de la capital tinerfeña, cerrará sus puestas a partir de hoy, día 1 de julio. El motivo principal, como ya ha ocurrido en otras ocasiones a lo largo de su existencia, es la falta de subvenciones por parte de las administraciones públicas, que en los dos últimos años han sido suplidas por la Obra Social de CajaCanarias, lo que ha posibilitado que este servicio se pudiera mantener a lo largo de algunos meses del año.

El año pasado, el equipo de este recurso atendió más de 1.100 consultas, aunque esta prestación se puso de nuevo en marcha a partir de febrero de este año, después de seis meses cerrado por las mismas circunstancias.

El equipo profesional que se hace cargo del servicio, compuesto por una logopeda, una pedagoga y un psicólogo, ejerce sus contactos con los centros educativos de la zona, la oficina de la UTS o el centro de salud, y contribuye a una mejora en la relación familiar y social, así como en el rendimiento escolar.

Se trata de dar asistencia pedagógica, logopédica y psicológica a todas las personas que sean derivadas desde los servicios de la zona, buscando también la implicación de las familias, con el fin de elaborar estrategias para que continúen en la mejora de los pacientes, y como este servicio siempre está abocado a su cierre, se pretende que no se queden sin ayuda.

Así, con este último cierre, serán unas 1.000 personas las que se quedarán desasistidas, sin contar con los centros educativos cuando reabran sus puertas en septiembre, lo mismo que sucederá con el centro de salud, ya que cada semana deriva a este recurso unos 10 ó 15 casos, que son atendidos en unos 15 días. Además, este servicio contaba con una importante lista de espera.