Las quejas que formularon los vecinos del entorno del parque Cuchillitos de Tristán a principios de semana han tenido una respuesta inmediata por parte de los responsables municipales, pues tras su denuncia ante la peligrosidad que representaban algunos de sus equipamientos para los menores de la zona han repercutido en el envío de operarios municipales.

Uno de los elementos que los habitantes de la zona señalaban que implicaba un riesgo para la integridad física los menores era la inundación del foso donde practican con sus monopatines, que se llenó de agua tras las últimas lluvias, y donde, según los representantes vecinales, "se han llegado a meter dentro algunos niños con el consiguiente riesgo de ahogamiento".

De esta zona del parque, los operarios de Emmasa retiraron 40.000 litros de agua, labor en la que se emplearon ocho cubas con una capacidad de 5.000 litros cada una.

Además, ante la queja de que la sala donde se encuentran los controles del riego del parque y su instalación eléctrica, que estaban completamente abiertas y al alcance de los niños, "con el riesgo de que sufriera una descarga eléctrica", los vecinos han explicado que los operarios municipales se han comprometido a poner un candado en la puerta de acceso, así como a arreglar los desperfectos que se han originado, ya que las cristaleras, los mandos de control, la maquinaria de bombeo o un baño con el que contaban estas dependencias han sufrido actos vandálicos.