La Palma perdió durante 2018 más de 16.000 turistas en vuelos europeos con respecto a 2017, según se refleja en las estadísticas oficiales de entrada de pasajeros en el aeropuerto ubicado en la Villa de Mazo.

En concreto, las cifras han pasado de 198.983 a 182.843 visitantes, lo que representa una caída superior al 8%.

De los 12 países de los que La Palma recibió vuelos, en diez se experimentó un descenso de viajeros. El dato más positivo quizás haya sido que prácticamente se mantuvieran los turistas germanos, con un mínimo descenso del 0,44% para seguir por encima de los 92.000. Por el contrario, es preocupante la pérdida de un 13,19% de británicos, con 5.000 visitantes menos.

La Isla tampoco fue capaz de mantener el número de holandeses, belgas, finlandeses, noruegos, italianos, daneses, suecos ni franceses. Por el contrario, destacar el incremento en un 115,40% de suizos, para llegar a 5.680, y en un 60,77% de polacos, superando los 4.270. La realidad es que el mercado nórdico no ha estado a la altura del pasado año, lo que ha supuesto una pérdida de ingresos notable para el sector turístico de La Palma.

A la hora de valorar los datos hay que tener en cuenta dos factores. Uno, que la comparación se realiza con un año excepcional como fue 2017, marcado por la inestabilidad de mercados competidores que posibilitó un incremento de viajeros en La Palma. Y dos, que en el vuelo por Madrid se contabilizó una subida de 3.000 pasajeros, de los que el 50% aproximadamente son turistas europeos que llegan a la Isla con escala en Barajas. Eso sí, la caída de turistas por avión es indiscutible.