La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma mantiene cerrado temporalmente el sendero PR LP-6 de Marcos y Cordero, en San Andrés y Sauces, donde técnicos especializados evalúan durante estos días una posible situación de riesgo en el trazado por un hipotético desprendimiento de grandes rocas, según informa en un comunicado.

Este camino, pese a ser una de las "joyas" de la red insular de senderos, no está homologado y ni tan siquiera está adaptado a la ley que debe cumplir, que no es otra que la Ley de Minas por los trece túneles, de mayor o menor tamaño, que tiene en su recorrido. Se abre a las visitas porque se entiende que es seguro, aunque sin un visto bueno oficial.

Ahora se cierra porque el jefe de comarca Norte de Medio Ambiente ha planteado la idoneidad de verificar si existe peligro en un tramo. "Ante todo, queremos preservar la seguridad de quienes transitan por nuestros senderos, lo cual está supeditado tanto a la propia precaución de los usuarios como a factores externos determinados por la meteorología o la propia geomorfología del terreno, como es el caso, que son imprevisibles", señaló el consejero insular del área, Juan Manuel González Luis.

El veterano político hace hincapié en que "atendiendo al resultado de la evaluación, el Cabildo tomará una solución con el fin de preservar la seguridad en el sendero de Marcos y Cordero". Sin embargo, la propia institución insular es plenamente consciente de que para mitigar los riesgos debe ir más allá de lo que se fije en esta evaluación.

Por ese conocimiento de la realidad del sendero, el Cabildo ha concedido una subvención de 15.000 euros a la Comunidad de Regantes de los Sauces, como propietaria del camino, para la elaboración de un estudio a cargo de un ingeniero de minas, que será el que clarifique las mejoras en materia de seguridad que deben llevarse a cabo, tanto en la propia vereda como sobre todo en los túneles, para cumplir con todos los requerimientos.

En la propia web oficial de senderos de La Palma, se advierte además de que "en cualquier caso (esté o no cerrado), este sendero no es apto para todo tipo de caminantes". Y es que "tiene una considerable longitud (12,5 kilómetro desde la Casa del Monte al Centro de Visitantes de Los Tilos)", a lo que se unen "frecuentes desprendimientos". Avisa también que "es desaconsejable para personas con vértigo".