Era la víspera de Reyes. Un día 5 de enero. La imagen de la Virgen de Regla, del siglo XIX, desaparece de la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, en Los Llanos de Aridane. Se sabe que tuvo que ser entre las 5 y las 6 de la tarde. A las siete, durante la celebración de una misa, el párroco y los fieles se dan cuenta que la talla no se encuentra en su altar.

Fue en 2008. Han pasado once años del hurto. La investigadora y cronista oficial de Los Llanos de Aridane, María Victoria Hernández, ha recordado este suceso: "La seguimos buscando", subraya. El cura, Fernando Lorenzo Matías, hace años que la dio por perdida. En 2013, un lustro años después de la desaparición, afirmaba que "el tiempo de espera prudencial ya ha pasado y la Virgen de Regla no ha aparecido, no ha habido ninguna información, (...) ya sabemos que no se encontrará". El paso de los años le da la razón al párroco. Al menos, por ahora.

Fuentes vinculadas a la investigación para la recuperación de esta pieza señalaron a esta redacción que "sabíamos que era una imagen de unos 60 centímetros (61, en concreto), fácil de camuflar y que no sería sencilla de localizar. Unos años antes se había detenido en La Palma a un varón por un supuesto hurto de piezas religiosas, se abrió una línea de investigación para entablar algún tipo de relación, pero no se halló conexión alguna. Hubo más hipótesis sobre la mesa, teniendo en cuenta la imagen de la que se trataba y el colectivo que más devoción sentía por esta Virgen".

La misma fuente, que admite que lleva años "desconectado del caso", desconoce si se ha podido avanzar en su búsqueda, aunque no descarta que la talla "fuera sacada de la Isla por los responsables del hurto".

Sobre la imagen, el investigador Jesús Pérez Morera cuenta en el catálogo "El arte en Canarias, una mirada retrospectiva", que "es una Virgen negra cuya piel oscura contrasta con el tono marfileño del niño Jesús que lleva sobre sus manos. Se trata de una escultura de madera policromada, con ojos de cristal y traje de seda labrada cuyo tamaño y su expresión ensimismada le confieren especial encanto. De impronta clasicista y cuidado modelado presenta ojos de cristal y está colocada en una peana de nubes como es habitual en las representaciones escultóricas del siglo XIX. Además del color de su piel, otros detalles como las humildes sandalias que lleva atadas en los pies acentúan su identificación con el pueblo sencillo y con la raza negra, una de las tres que poblaron el nuevo mundo".

Días después de la desaparición, María Victoria Hernández, que mantiene la esperanza de poder encontrar algún día a Nuestra Señora de Regla, señaló a EL DÍA que la talla es "muy bonita" y que está perfectamente catalogada, recordando que en el año 2001 se hizo una exposición, "El Arte en Canarias, siglos XV y XIX, una mirada retrospectiva", y "entre todo lo que se mostró estaba la Virgen de Regla de Los Llanos".

La imagen se hallaba en un retablo barroco en el que resaltaban unas columnas con puntas de diamante de curiosa solución jónica. Las orlas laterales estaban decoradas con aves y frutas magníficamente doradas y policromadas, calabazas de agua, granadas y papayas.