Brahim tiene 11 años. Acabó sus estudios de Primaria y como otros tantos niños de Fuencaliente sabía que debía desplazarse a otro municipio para comenzar la ESO, que fue eliminada de su pueblo allá por el año 2013. El instituto más cercano a su casa está en Los Llanos de Aridane, a 14 kilómetros. Al otro lado, el IES de Villa de Mazo se encuentra a 24. El Charco está, desde el punto de vista educativo, a "medio" camino de casi todo.

La Consejería de Educación debe garantizar el transporte escolar a los menores que residen a al menos tres kilómetros de distancia de su instituto de referencia. Antes incluso la distancia era menor. Así se refleja en la normativa que rige este servicio. Esa es, al menos, la teoría. Brahim, sin embargo, no tiene guagua gratuita. No pasan por su casa ni por una parada cercana para el traslado. Su familia debe costearle el desplazamiento.

Su padre asegura que "he hablado con el director insular de Educación, Gregorio Alonso, que me mandó a hablar con Laura (Paz) en el Cabildo, que es la responsable (consejera insular) de Transporte, para que me arreglara la situación, pero ella me dijo que no era su competencia sino de Educación. Hablé también con Susana (consejera insular de Educación), que me dijo que iba a ver qué solución se podía dar, pero aún estoy esperando".

La familia de Brahim recibió una carta del Servicio Insular de Transporte denegando la acreditación de transporte para el niño, al no encontrarse sus estudios dentro de la oferta formativa prevista para esta gratuidad.

Brahim es el único niño del barrio que acude a un instituto para estudiar la ESO. "A todos los niños que fueron antes que él y que ya no están haciendo ESO les dieron el transporte. Como la guagua escolar no viene hasta El Charco, tenían un bono para viajar en el transporte regular. Incluso a un niño que fue al instituto de Mazo le pagaban un taxi".