"Pedimos el deslinde y un funcionario de Costas vino y lo marcó en los 20 metros...". Umpiano González, responsable de la empresa Rentur, propietaria del edificio de Los Tarajales en la zona de El Puerto de Tazacorte, defendió ayer ante la juez que lleva el caso su actuación como promotor en la construcción del inmueble, que está plenamente convencido de que es legal.

En esta medición, "hubo una peculiaridad además a conciencia. Enfrente del solar hay una escalera para discapacitados, que tiene doble rampa hacia fuera, y, por ello, Costas nos marcó exactamente en 21,50 metros porque tuvo en cuenta ese metro y medio", señaló Umpiano González, que declaró que "la licencia del edificio está conforme al PGO". Y es que "nosotros siempre hemos estado tranquilos. La licencia nunca ha sido atacada".

El responsable de Rentur explicó que "construí donde me dijeron, conforme a la Ley, estuve dos años construyendo con dos grúas y nadie dijo nada, pedí la cédula de habitabilidad y me la dieron, contraté la luz, el agua, pagué el IBI, puse el vado...".

Antes de Umpiano González, declaró el promotor vasco César Gil, quien ideó el desarrollo turístico de El Puerto y estudió la compra de la finca de Los Tarajales, de la que al final desistió porque "sabíamos que cualquier cosa en ese suelo iba a ser ilegal (...). Se lo advertí al alcalde, Ángel Pablo Rodríguez, de que iba a cometer un delito contra la ordenación del territorio", por el que ahora se le juzga.

Admitió que pagó dinero "en negro" por comisiones a Rosendo Luis Cáceres, padre del arquitecto municipal, en una época "en la que tenía 11 millones de patrimonio constatado y no me queda nada". "Vine a invertir y estos señores se lo han cargado", sentenció.