Samara Bermúdez, que ocupó con sus hijos una vivienda en el barranco de la Cruz de la Paloma en Los Llanos de Aridane, tal y como ha ido informando EL DÍA desde diciembre de 2015, solicitó en su última carta a la alcaldesa, Noelia García, que el ayuntamiento le facilitara "un trabajo estable" para irse del piso que ocupa "y poder hacer frente a los alquileres actuales", en el mercado libre.

La regidora municipal responde a la joven que el acceso al empleo público "está supeditado a los principios de igualdad, mérito y capacidad", no teniendo el ayuntamiento "la capacidad de ofrecer a ninguna persona en concreto que no supere los procedimientos establecidos un puesto de trabajo estable".

No obstante, Noelia García indica a Samara Bermúdez que desde el área de Servicios Sociales "se ha informado de la disponibilidad de diversos recursos que pudieran dar lugar a una contratación temporal dentro del propio ayuntamiento o por parte de diferentes entidades", no haciendo efectiva la joven ningún tipo de solicitud.

Otra familia, al menos, espera por la vivienda

Sin que ni tan siquiera el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane haya podido divulgar la vivienda ocupada en el barranco Cruz de la Paloma como alojamiento temporal, al llevar más de dos años y medio ocupada, una unidad familiar, que ya ha sido valorada y sobre la que también recae la angustia de un desahucio, está a la espera de que Samara Bermúdez abandone el piso para ser beneficiaria de al menos una habitación, usando también el baño y la cocina. Aunque el caso de la joven y sus tres hijos haya sido objeto de diferentes noticias, sobre todo ahora que quedan escasos días para que deba entregar la llave del piso, la realidad de otras familias que nunca han sido okupas es similar o incluso peor.