La Dirección General de Pesca del Gobierno de Canarias ha tardado más de cuatro años en resolver las alegaciones presentadas en tiempo y forma el día 4 de febrero de 2014 por la Reserva de la Biosfera de La Palma al plan regional de ordenación de la acuicultura, aceptándolas de forma parcial.

El Patronato de la Reserva analizó en su última reunión la respuesta de Estructuras Pesqueras a las alegaciones presentadas hace cuatro años, con la lógica sorpresa por el tiempo transcurrido para resolverlas. Además, desde esta fundación se han mostrado serias dudas sobre si las alegaciones estimadas al menos en parte han sido o no incorporadas al documento de planeamiento aprobado el pasado mes por el Consejo de Gobierno de Canarias, ya que no se puede determinar al analizar la cartografía disponible para su consulta y por la incertidumbre que despierta el hecho de haber sido resueltas casi en el mismo momento en el que el plan fue definitivamente aprobado.

Entre las reclamaciones de la Reserva, con un visto bueno al menos parcial de Pesca, se encontraban "polos acuícolas" que afectaban a zonas protegidas, incluso se llegó a situar uno entre Barlovento y San Andrés y Sauces. En concreto, uno de los espacios que se entendía idóneo para las jaulas se ubicaba en parte dentro de una Zona Especial de Protección de Aves, lo que no está permitido, y otro se dibujó en los límites de la ZEC Franja Marina de Fuencaliente, donde esta actividad no debe ni tan siquiera plantearse.

La Reserva, que observó deficiencias de base con las que se estaba elaborando el documento, también advirtió de que otra de las zonas declaradas idóneas para la acuicultura se ubica más allá de los ocho kilómetros del puerto más cercano, distancia máxima estandarizada para la viabilidad de las "granjas" marinas.

Los técnicos de esta fundación expusieron además a Pesca que teniendo en cuenta los antecedentes en La Palma, isla que registra "el mayor escape de lubinas más grande a nivel mundial del que se tenga constancia oficial (con alrededor de 1,5 millones de lubinas liberadas)", y las conclusiones del estudio sobre asilvestramiento de los peces introducidos por la acuicultura y sus efectos ecológicos potenciales, en referencia a la lubina, "las acciones de prevención son insuficientes", por lo que reclamó precaución frente a posible introducción de especies de alto nivel trófico como la corvina.

En relación a esta recomendación, desde Estructuras Pesqueras se aclara a la Reserva en la respuesta a sus alegaciones que "la corvina no ha sido autorizada en Canarias por tratarse de una especie localmente ausente, según ha considerado el órgano competente en materia de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias".

Por tanto, la corvina "no ha sido incluida en el listado de especies de interés para la acuicultura" en el Archipiélago, se afirma desde el Gobierno regional.