Influye (y mucho) el frío que hace en la oposición, pero también se han ido estando gobernando. Se presentan ilusionados, a veces para ver qué pasa y... 31 concejales de diferentes municipios de La Palma han renunciado a lo largo de esta legislatura al acta que ganaron en las urnas, a los que deben sumarse otros tantos (y más) que cuando les tocó el turno por la dimisión de sus compañeros tampoco aceptaron entrar en sus ayuntamientos. La mayoría (no todos) no tenía sueldo de la administración local a la que pertenecía.

Solo en Los Llanos de Aridane ya se han marchado cinco. La primera, su candidata, Susa Armas, con destino al Gobierno de Canarias, donde también se encuentra Onán Cruz. Además, renunciaron Adelto Concepción, Jezabel Hernández y Aarón Pedrianes, que tuvo que decidir entre seguir siendo trabajador municipal o estar sin cobrar de edil. La elección fue sencilla.

En Santa Cruz de La Palma, las bajas han sido importantes. La candidata de CC, Guadalupe González Taño, "decidió" centrarse en su labor como diputada, corriendo la lista varios puestos hasta encontrar a su sustituta (Virginia Espinosa), mientras que Mercedes Coello (PSOE) renunció a las primeras de cambio para asumir la Gerencia Sanitaria de la Isla. A ellos se une Manuel Medina (PP), por cuestiones laborales.

La situación más "curiosa" se ha vivido en Breña Baja. Allí tres ediles del grupo de gobierno (PP) se fueron supuestamente por, la disculpa de casi siempre, razones personales: Laura Plasencia y María Cobiella fueron las primeras, al no compartir, en realidad, la forma de actuar del alcalde (Borja Pérez), mientras que posteriormente lo hizo Fernando Rodríguez. También llegó a presentar su renuncia, al menos la tuvo elaborada, la actual presidenta insular de los populares, Elena Álvarez, aunque al final rectificó para no hacer más daño a su grupo. Sus relaciones con el regidor municipal se habían deteriorado.

Mientras tanto, el grupo de gobierno en Mazo ha perdido a tres de sus efectivos. La primera, la alcaldesa, Nieves Lady Barreto (había ganado por mayoría absoluta), que se fue con destino al ejecutivo regional, a la que se sumó María de los Ángeles Tabares. Por último, Diego Brito tiró la toalla al no compartir algunas decisiones del regidor municipal. El desgaste había sido evidente.

No es sencillo aguantar hasta el final. En El Paso se han ido de todos los grupos municipales. Desde la popular María del Cristo hasta el socialista Francisco Rodríguez o el nacionalista Francisco Ramos Landaeta, mientras que en Tijarafe tanto Ángel David Cuenca (PSOE) como José Rafael Díaz (PP) decidieron dedicar su tiempo a otra cosa.

En Barlovento, lo ocurrido no es menos curioso. El PP sorprendió con una mayoría absoluta y la primera en "aburrirse" fue la candidata del PSOE y exalcaldesa, Vanessa Rodríguez, a la que su pueblo le dio la espalda. El mismo camino siguió su número "2", Guacimara Rodríguez. CC, con dos ediles, también ha sufrido una baja, Marcos Díaz, y es probable que la lista "corra" hasta el número "6", el veterano Wladimiro Rodríguez Brito, que hará que los plenos sean pongamos que más profundos.

Cerca de allí, en San Andrés y Sauces, ni tan siquiera la mayoría absoluta del PSOE ha evitado "fugas" en sus filas. Cristina Monserrat y Rosa Sandra Lorenzo decidieron marcharse sin acabar la legislatura. Bueno, antes lo hizo la candidata de CC, Daira Ventura, quien ni tan siquiera tomó posesión, similar (o igual) a lo que hizo Blas Bravo en Breña Alta.

En Puntallana, se ha producido la última renuncia en los ayuntamientos de La Palma: Goretti Rojas (PP), aunque antes de ella en esa misma corporación ya habían dicho eso de "hasta aquí llego" Juan Guerra y Jesús Magdalena Rodríguez, los dos primeros en la lista de CC. Por último, en Tazacorte, la candidata del PSOE, Carmen Acosta, marchó primero al Gobierno de Canarias y ahora es asesora de Presidencia en el Cabildo de La Palma, mientras que Manuel González tampoco sigue ya. No es precisamente el pueblo más fácil para hacer política.