Samara Bermúdez, de 36 años de edad, tiene un plazo de diez días para abandonar junto a sus tres hijos menores de edad la vivienda de promoción pública que ocupó en diciembre de 2015 en la Cruz de la Paloma, en el municipio de Los Llanos de Aridane, según la sentencia judicial que resuelve una denuncia presentada por el ayuntamiento.

Para abandonar el piso, la resolución judicial, a favor de la corporación municipal, otorga un plazo máximo de diez días a partir de la recepción de la sentencia, lo que en el caso al menos de la institución denunciante se produjo el pasado miércoles, a fin de restituir en la posesión de la vivienda al ayuntamiento.

Sin embargo, la afectada tiene aún una última oportunidad, que pasa por presentar un recurso ante la Audiencia Provincial y solicitar en el juzgado aridanense que como medida cautelar se suspenda esta drástica medida hasta que sea firme.

La juez condena a Samara Bermúdez a un delito leve de usurpación de bienes inmuebles, con una pena además de tres meses de multa a razón de una cuota diaria de dos euros que deberá abonar en un plazo que no exceda de cinco días desde que sea requerido. Pero es que además, en caso de impago la condenada cumplirá mediante localización permanente un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas.

La afectada vive con dos menores de 17 y 8 años, además de un bebé. Ocupó la vivienda como último recurso después de que no pudiera hacer frente al alquiler de un piso y tuviera que abandonarlo. Antes del proceso judicial, expresó a esta redacción sus temores: "¿Qué siento?, nervios, un poco de pánico, fatiga... te sientes desamparada solo por querer un techo para tus hijos. He querido pagar un alquiler social en esta casa o en cualquier otra, pero la respuesta del ayuntamiento es que tengo un procedimiento con ellos". Hizo además hincapié en que si el juzgado decidía desalojarla, tal y como ha ocurrido, no tiene alternativa: "No sé qué haré", dice.

La vivienda ocupada en la promoción Cruz de la Paloma es en realidad propiedad del Gobierno de Canarias, que por su parte ha dejado claro que no denunciará a nadie que se encuentre en promociones públicas, pero en este caso es un piso que se encuentra cedido al ayuntamiento precisamente para destinarlo a personas sin recursos económicos, aunque la corporación local lo mantenía cerrado sin llegar a dotarlo para su uso.

Desde el gobierno municipal (PP) se ha defendido su actuación informando de que también hay otras familias muy necesitadas en el municipio y que estaban a la espera de poder ser acogidos durante un tiempo en este hogar, sin que optaran por incumplir la legalidad vigente.

Los Llanos de Aridane está teniendo en los últimos años diferentes casos de personas sin hogar que deciden entrar en viviendas desocupadas o construcciones sin finalizar, como último remedio a su situación personal. El caso de Samara Bermúdez no es una excepción. En la última sesión plenaria, el portavoz de Izquierda Unida Canaria, Felipe Ramos, aprovechó el apartado de ruegos y preguntas para cuestionar al alcalde accidental, el popular Mariano Hernández, por un accidente que recientemente se había producido en un edificio de viviendas abandonado y sin finalizar, en el que se había visto envuelta una persona que precisamente estaba residiendo o al menos pernoctando en el lugar sin autorización. El mandatario afirmó que conocía lo ocurrido, ya que una patrulla de la Policía Local se había desplazado al lugar cuando se registró el incidente. Felipe Ramos explicó que la construcción es propiedad de una entidad bancaria, que supuestamente asumió la obra después de que el constructor no pudiera hacer frente al préstamo solicitado para su ejecución, por lo que defendió que debe ser el banco el que se encargue de evitar los accesos a un edificio en estructura y, por tanto, sin las medidas de seguridad adecuadas. A propósito, Mariano Hernández informó de que el ayuntamiento se ha puesto en contacto "en varias ocasiones" con la entidad propietaria del inmueble para que instale un vallado en su perímetro. Este caso, unido al que se vive en la Cruz de la Paloma, la ocupación de un edificio en Montaña Tenisca o también la persona que vive o al menos vivía en la construcción del complejo acuático del Jable, entre otros, ponen al descubierto una realidad común en otros lugares, pero relativamente reciente en un municipio con escasa o prácticamente nula alternativa habitacional.