El Cabildo y los catorce ayuntamientos de La Palma estudian la financiación del Cuerpo de Bomberos, con su regulación a través del Consorcio Insular de Servicios, asumiendo cada administración una parte de los costes.

La institución insular se ha encargado hasta ahora de cubrir la totalidad del presupuesto de este servicio, destinando sobre los 600.000 euros cada año. La cifra en 2017 se disparó incluso hasta los 700.000 después de una aportación extraordinaria de 100.000 euros. Aunque los bomberos en la Isla no son profesionales, la realidad es que al menos una parte de ellos tienen contratos que les permiten recibir una remuneración mensual.

El servicio se presta con un contrato irregular, al adjudicarse por emergencia a una asociación de voluntarios y mantener el acuerdo en el tiempo sin sacarlo a concurso público, con reparos cada año de Intervención. Ahora, el Consorcio Insular de Servicios asumirá los bomberos y regularizará la situación, pero distribuyendo la financiación entre todas las instituciones palmeras y con un presupuesto que alcanza los 1.137.352 euros cada año, el 60% con fondos del Cabildo y el 40% restante aportado por los ayuntamientos.

Una vez garantizado el presupuesto, el Consorcio sacará el servicio a concurso, con unos pliegos en los que se garantizará la experiencia del adjudicatario. No se descarta, al menos está sobre la mesa, la posibilidad de que el Cabildo y los ayuntamientos decidan contratar a un director de extinción de incendios externo en un intento por lograr la mejor prestación posible.

Una de las dos alternativas de financiación que se plantean es que cada ayuntamiento aporte fondos en función de su población, hasta cubrir los 454.940,94 euros que le corresponden, de una u otra manera, a las corporaciones municipales. En concreto, por habitante al año la cuota queda establecida en 5,58 euros. En este caso, como ejemplo, Los Llanos de Aridane pondría cerca de 112.000 euros, como pueblo más poblado, y Garafía no llegaría a los 9.000, al ser el que menos habitantes tiene.

En la segunda alternativa de pago se valora que los ayuntamientos reciben distintos servicios por la distancia desde los parques de bomberos. Aquellos municipios más alejados de los parques aportarían menos por vecino que los más cercanos. En este caso, la financiación oscilaría entre los casi 118.000 euros de Los Llanos de Aridane y los 5.668 de Garafía.