La Transvulcania se plantea entregar los dorsales de las cuatro pruebas que organiza en el aeropuerto de La Palma, en la Villa de Mazo, y desechar la organización de la feria del corredor, según ha trasladado la propia consejera insular de Deportes, Ascensión Rodríguez, a empresarios de Los Llanos de Aridane, municipio donde habitualmente tiene lugar este acto de trascendencia no solo deportiva, sino también económica y para que el ayuntamiento aporta unos 30.000 euros.

La propuesta, que aún no está cerrada y que es objeto de un profundo debate, fue expuesta en una reunión celebrada el pasado jueves, según pudo saber esta redacción de diferentes fuentes consultadas, por la propia consejera y la responsable técnica de la prueba a la Asociación de Comerciantes Zona Abierta de Los Llanos de Aridane (ACZA), empresarios que se oponen abiertamente a esta medida, aunque todavía no ha habido un posicionamiento oficial al respecto.

La entrega de dorsales, que no hay que olvidar que tiene por su organización un carácter insular, se ha realizado durante las últimas ediciones, salvo en una ocasión que se desarrolló en Los Cancajos (Breña Baja), en una carpa instalada en el casco urbano de Los Llanos de Aridane, en concreto en la plaza Juan Pablo II (junto al cementerio municipal, en la esquina que forman las calles Luis Felipe Gómez Wangüemert y Conrado Hernández), con la tradicional feria del corredor, lo que supone que miles de personas se acerquen esos días al municipio, con una repercusión económica que se considera muy importante para los establecimientos locales.

Los empresarios no discuten la posibilidad de no instalar la carpa o incluso que desaparezca la feria del corredor, entendiendo como una posibilidad real y asumible recuperar la entrega de dorsales en la Casa de la Cultura, pero son conscientes de que sus intereses se resienten si este acto se traslada al aeropuerto o a cualquier otro punto de la Isla.

Esta medida se estudia teniendo en cuenta las opiniones mayoritarias de los corredores, como otros cambios que se han producido, tales como los puntos de salida y de llegada de la ultramaratón. A propósito, cabe señalar que en una encuesta de satisfacción, los atletas señalaron como uno de los escasos inconvenientes de la prueba, según las mismas fuentes, tener que desplazarse hasta Los Llanos de Aridane para recoger el dorsal y que no haya otros puntos para la entrega. Los entresijos de la decisión sugieren una postura valiente, pero que a la vez resulta difícil de asumir políticamente.