El incremento de seísmos detectados en los últimos días en la isla de La Palma se debe a una nueva intrusión magmática de bajo volumen y a gran profundidad (30 kilómetros), que los científicos no vinculan con una erupción volcánica a corto plazo.

La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, y la directora regional del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, han informado de las conclusiones obtenidas por el comité científico del Pevolca, que hoy se ha reunido para analizar la evolución de estos seísmos, de los que desde el pasado 10 de febrero se han contabilizado 928, 85 de ellos localizados.

Pérez ha indicado que se trata de una entrada de magma mucho más profunda que la ocurrida en el anterior repunte sísmico del mes de octubre y ha aseverado que la isla de La Palma "está más vigilada que nunca".

Ha anunciado que entre marzo y abril el Instituto Español de Oceanografía emprenderá una nueva campaña para estudiar esta sismología pero ha aseverado que no hay nada que indique que se puede producir una erupción submarina o en tierra.

La viceconsejera de Medio Ambiente ha dicho que si se vuelven a dar nuevos episodios sísmicos, el comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias se volverá a reunir y se informará a la población.

María José Blanco, del IGN, ha reiterado que se trata de una nueva entrada de material magmático bajo el edificio insular de La Palma, fenómeno, que, según ha explicado, acompaña a las islas volcánicamente activas.

Ha explicado que se cuenta con el instrumental necesario para realizar el seguimiento y vigilancia de la actividad volcánica y cualquier actividad es detectada desde el punto sísmico y geoquímico.

En este caso, ha añadido la experta, desde el punto de vista geodésico no se han detectado deformaciones observables en la superficie dada la profundidad de la intrusión magmática.

Blanco ha recordado que las reactivaciones que se produjeron en la isla de El Hierro tras la erupción volcánica submarina fueron más intensas que el periodo preeruptivo y no terminaron con ningún fenómeno en la superficie.

"Lo población no tiene que preocuparse pero no hay que olvidar que vivimos en un territorio volcánicamente activo. Desde 1971 (erupción del Teneguía) nos habíamos olvidado y en el 2011 (erupción submarina en El Hierro) lo recordamos", ha señalado la directora del IGN en Canarias.

Ha dicho que el magma podría salir a la superficie en cualquier isla, "pero para esto contamos con los sistemas de vigilancia"

Blanco ha explicado los medios de los que dispone el IGN en La Palma con 13 estaciones de detección sísmica así como la campaña en Cumbre Vieja, donde se han aumentado el número de estaciones de vigilancia geoquímica y de control de la emisión de gas radón.