La mayoría de los pasajeros que tenían programado enlazar con La Palma durante la campaña de invierno a través de la compañía aérea Niki, que ha dejado de operar por quiebra, están encontrando acomodo en otras aerolíneas, por lo que los efectos negativos de esta situación al menos a medio plazo no serán en realidad especialmente significativos ni mucho menos harán temblar a un sector que vivirá otra buena temporada.

Las fuentes consultadas por esta redacción descartan "cualquier tipo de alarma" a pesar de que "se están lanzando a la opinión pública mensajes pesimistas con titulares sensacionalistas", cuando los viajeros "están encontrando plazas en otras aerolíneas", como Condor, Eurowings y Easyjet, e incluso un número importante de viajeros de Niki han confirmado su llegada a La Palma a través de otras compañías vía Tenerife o Gran Canaria.

Eurowings incluso prevé iniciar sus operaciones con la Isla desde Düsseldor para ocupar el espacio vacío que deja la empresa fundada por Niki Lauda.

La aerolínea quebrada estaba llegando a La Palma con los aviones medio vacíos. Es cierto que en noviembre, como ejemplo más cercano, ofertó unas 3.600 plazas, pero una cosa son los asientos y otra muy distinta los turistas que se desplazan. A propósito, en ese mes trasladó tan solo 1.900 pasajeros, menos de 500 a la semana, un número importante, pero no determinante dentro de los 12.030 alemanes que decidieron pasar ese período en la Isla.

La mayor preocupación en realidad es la fecha en la que se produjo el anuncio de cierre: a las puertas de la Navidad, con poco margen de maniobra. "Durante estos días sí existirán algunos contratiempos, sobre todo porque hay personas en La Palma que pensaban viajar a Alemania con Niki este viernes (ayer) y han tenido que retrasar su vuelta. Habrá que estar a la expectativa".

Sin embargo, la mayoría de pasajeros "están encontrando alternativas" para llegar a La Palma, con escasas cancelaciones, o para salir en los siguientes días a lo que tenían previsto.