El banco Santander ha presentado ante el Juzgado de Instrucción Número 1 de Los Llanos de Aridane un documento para demostrar que los 301.000 euros extraviados de su sucursal en el municipio llanense, y que el juez investiga su paradero, fue desviado a una cuenta distinta a la que se ingresó, en una transferencia realizada por orden, según afirma la entidad, del apoderado de la empresa que ahora reclama el dinero, Luis Antonio Pagés Rodríguez.

El escrito registrado en el juzgado es una autorización de traspaso del dinero en enero de 2008 a una cuenta denominada "contencioso", pero lo curioso es que fue elaborado a mano, no tiene sello alguno y está sin mecanizar, es decir, no es el documento que habitualmente un cliente de cualquier entidad bancaria suele utilizar para este tipo de operaciones.

El Santander sostiene además en su escrito ante el juez que la cuenta "contencioso" fue abierta "para el impago a su vencimiento de una cuenta de crédito con garantía hipotecaria" y que el dinero se utilizó en su totalidad para el abono de "cuotas pendientes de contrato de arrendamiento financiero (leasing)".

EL DÍA localizó al supuesto firmante de la orden de traspaso con la intención de saber qué se pagó en realidad con los 301.000 euros que el juez investiga. Luis Antonio Pagés aseguró que "no he firmado ese documento. Ese escrito está falsificado", aclarando que "yo, por no tener, no tenía ni tan siquiera poderes para esa operación".

Pagés reconoce que pudo ver en el juzgado de Los Llanos de Aridane el documento presentado por el banco Santander y desde el principio tuvo claro que "ese papel manuscrito, sin mecanizar y sin sello no estaba firmado por mi. Lo que digo aquí se lo diré también al juez. El documento que le presenta el banco Santander para justificar el desvío de los 301.000 euros no lo firmó Luis Antonio Pagés Rodríguez".

El afectado explica que "lo primero que pensé cuando vi el documento es que la firma era falsa. Cuando ves un documento que sabes que no has firmado, lo primero que piensas es que la rubrica está falsificada. Pero claro, no puedo decir con total seguridad que no sea mi firma".

"Firmo cada día muchas veces, tanto en el banco como en otros lugares, y puede -añade-, aunque tengo muchísimas dudas, que haya firmado el documento para otra cosa y alguien lo haya cogido e incorporado luego lo que está encima, las cuentas y el traspaso. Le repito que es un documento falsificado".

Pagés Rodríguez aporta además otro dato a tener en cuenta, siempre según su versión, y es que el papel presentado en el banco es "súper reciente. Es fácil de comprobar que no es superior a los seis meses y para nada de 2008. Además, es un papel que llegó al juzgado sin rastro de las anillas del archivo, al contrario que todos los demás. Es un documento que el banco no tenía archivado. Es una falsificación".