Los dirigentes del PSOE en Canarias quieren frenar el clamor de los socialistas palmeros en apoyo a su ejecutiva en la Isla, con Anselmo Pestana al frente, y la última decisión ha sido evitar la celebración de un comité insular, máximo órgano entre congresos, que tenía previsto reunirse en la tarde de ayer con carácter de urgencia.

La intención de los socialistas expulsados era poder explicar a los secretarios generales de los comités locales, también a los representantes por La Palma en la ejecutiva regional y a otros 80 miembros de los órganos municipales, la situación creada en la Isla tras la moción de censura presentada junto al Partido Popular contra Guadalupe González (CC). Además, se iban a tomar decisiones al respecto, llevando a votación qué era lo mejor para el PSC.

Pestana y su secretario general, Jorge González, eran conscientes de que se exponían incluso a que los representantes de los comités locales, al menos algunos de ellos, pudieran mostrar ahora apoyos a las tesis de Ferraz, en el sentido de distanciarse con claridad del PP, obligándolos incluso a que tuvieran que dar un paso al costado si entendían que era lo mejor para recuperar la normalidad interna. Una opción que se podía dar aunque era poco probable, sobre todo después de los apoyos incondicionales que ambos están recibiendo.

Cuando ya estaba convocado el comité insular, llegó a la sede del PSC de La Palma una carta del secretario regional de Organización, Julio Cruz, en la que se dejaba claro que tanto Jorge González como Anselmo Pestana "están expulsados provisionalmente del PSOE", por lo que los órganos que dirigen "están suspendidos". Es decir, "no procede celebrar ninguna sesión" del comité insular.

La ejecutiva regional de los socialistas es conscientes de las dificultades para "armar" su formación partiendo prácticamente de cero. Los 80 militantes de Breña Alta han solicitado la baja del partido en caso de que no se readmitan a los consejeros expulsados. A ellos se han unido los integrantes del comité local de San Andrés y Sauces, al que curiosamente pertenece el presidente de la gestora creada, Manuel Marcos Pérez, y que también apoyan la censura en el Cabildo de La Palma al considerar que "no es momento de mayores o menores simpatías políticas o personales, sino de responsabilidad con La Palma y los palmeros, y en esa clave entendemos la moción".

El otro handicap para el PSC es que la gestora la completan gente sin mucho "tirón". José Antonio Batista fue subdelegado del Gobierno y vive desde hace algunos años en Tenerife; Inés Bravo fue consejera insular y tuvo diferencias con Anselmo Pestana tras no "reservarle" un buen puesto en las listas al Cabildo de La Palma y a Beatriz Pais se la relaciona más con la diputada Rita Gómez que con actividad, al menos en primera fila, dentro del partido. Por último, Néstor Paz ocupa la dirección de Educación en La Palma sin que tampoco haya pasado por cargos relevantes. Y, con todo, lo peor para el PSC es que se rompe.