Un paciente se apoya en dos muletas en la entrada principal. Mira de reojo las papeleras, desbordadas de residuos, y maldice entre murmullos. La suciedad se acumula en los exteriores del Hospital de La Palma. En las aceras se entremezclan papeles, botellas, bolsas, vasos de plástico, latas... Los trabajadores de la limpieza llevan más de dos semanas en huelga, siguen sin cobrar, y el centro sanitario tiene mal aspecto. Es una situación que ya huele mal.