Hace un año, los gestores del Gran Telescopio de Canarias advertían de que no existían garantías de financiación futura para desarrollar los avances tecnológicos que requiere el mayor telescopio del mundo. En un corto espacio de tiempo, tras agudizarse la crisis económica, las dudas se han convertido en temores extendidos en la comunidad científica que trabaja con el aparato de observación estelar instalado en el Observatorio del Roque de Los muchachos, ante la permanente falta de respuesta del Gobierno central a las reclamaciones de confirmación de fondos para los instrumentos científicos previstos en la segunda parte de la década, entre 2015 y 2020.

El Grantecan necesitará unos 15 millones de euros más en inversiones destinadas a dos nuevos aparatos de última tecnología, que un comité de expertos ha denominado como: "Miradas" y "Megara", dos espectrógrafos de dispersión intermedia, uno para la observación visible y otro para trabajar en el infrarrojo. Dos instrumentos de observación que completarán el equipo tecnológico que se ha venido instalando desde que el telescopio tomó la primera luz.

Pero, pese a que existía un compromiso por parte del Ministerio de Ciencia de hacer lo posible por buscar el dinero, sigue sin consignarse los fondos necesarios para proyectar y ejecutar estos instrumentos tecnológicos más allá del 2015.

Preocupación científica.- Según aseguró a EL DÍA el director de la empresa Grantecan S.A., Pedro Álvarez, "en su momento el Ministerio ya nos comunicó que habían problemas para fijar partidas y mantenerlas de cara a los próximos años". Así, añadió, "sigue pasando el tiempo y sigue sin encontrar el dinero, por lo que parece que la crisis ha ralentizado más de lo esperado esos planes de inversión".

Álvarez considera que "de seguir en este plan, nos podríamos encontrar con que en la segunda mitad de la década no estaremos en las condiciones que deberíamos y que se requiere para el mayor telescopio construido hasta ahora". Al respecto, afirmó que "si no se avanza con suficiente velocidad no llegaremos a la capacidad de investigación que recomendó el comité de sabios o usuarios internacionales que asesoran sobre los progresos de GTC".

Y es que las circunstancias económicas actuales no solo afectan a España como principal inversor del Gran Telescopio de Canarias (90%), sino que también inciden en las dos universidades de México y EEUU asociadas (con el 5% cada una). En cualquier caso, el Gobierno español es quien debe garantizar la disposición de fondos para seguir con el programa de desarrollo tecnológico marcado hasta 2020.

Completar la instrumentación.- Fue precisamente el comité de expertos elegidos por los países usuarios del telescopio el que marcó la línea de desarrollo tecnológico. Para ello, estudió y eligió la instrumentación que se ha venido instalando en el Grantecan y la que debe llegar para competir con garantías con otros telescopios en otras partes del mundo.

Siguiendo ese mapa definido, el Gran Telescopio de Canarias tomó luz con su primer instrumento, Osiris (cámara y espectrógrafo multiobjeto en el visible) y poco después llegó Canaricam (cámara y espectrógrafo, con capacidades de polarimetría y coronografía, en el infrarrojo térmico). Ahora, como segunda generación, se trabaja ya con inversión en ejecución en el desarrollo y próxima instalación de otros tres instrumentos: Emir (espectrógrafo multiobjeto en el infrarrojo cercano), Circe (cámara infrarrojo cercano) y Frida (Sistema de Óptica Adaptativa).

Para llegar a 2020 siendo el telescopio más competitivo del mundo y sacarle el mayor provecho científico a una inversión inicial de 105 millones de euros (con un coste de mantenimiento anual de 8 millones), deberá llegar la tercera generación tecnológica.

El director del GTC recuerda que "el telescopio fue diseñado para una vida media de 50 años. Se mantendrá en esa frontera siempre y cuando seamos capaces de desarrollar instrumentos que permitan hacer la ciencia que los investigadores requieren".

¿Invertirá España en el supertelescopio de Chile?

Los científicos que trabajan con el GTC en el Roque de Los Muchachos se preguntan qué pasará con el compromiso de inversión que suscribió España con el ESO (Observatorio Europeo Austral) cuando seleccionó el Cerro Armazones (Chile) como ubicación de referencia del futuro European Extremely Large Telescope (E-ELT, o Telescopio Europeo Extremadamente Grande), desechando La Palma. Al respecto, Pedro Álvarez afirmó que "sería una pena que España, que se ha gastado mucho dinero en construir el GTC y que ahora tiene problemas para seguir invirtiendo en sus propias instalaciones, sí que tenga fondos para participar en la futura construcción del supertelescopio de Chile. Eso si que sería una sorpresa monumental". En ese marco, el director del telescopio palmero reconoció que "es cierto que España se comprometió con el ESO, pero antes debería disponer de los 15 millones que necesita el GTC. Eso sería lo razonable". Álvarez insistió en que "se debe tener en cuenta que, al menos, durante otra década más tendremos el mayor telescopio del mundo".