Armazones tiene más noches "claras" que El Roque, lo que posibilita a Chile aventajar a La Palma en la "guerra" por acoger el supertelescopio. Ese condicionante, ninguno más, hizo que el comité científico asesor de la ESO pusiera a la Isla en segundo lugar, pero ahora quedan otros aspectos muy importantes por valorar y en todos, sin excepción, el observatorio palmero sale ganando.

Con la primera "batalla" perdida, España tiene semanas, no más, para defender sin titubeos las ventajas de su candidatura. Para lograrlo, lo primero, urgente, es conocer en profundidad el informe científico elaborado por el comité asesor, que simplemente entregó en las pasadas reuniones las conclusiones finales, pero a día de hoy se desconoce qué parámetros concretos utilizó. La diferencia que existe entre ambos lugares de noches útiles de observación es considerable para los chilenos, de hasta 50 noches; mientras que para los expertos que trabajan en Canarias esa ventaja americana es mínima, 19 noches medidas por satélite. Habrá que saber qué tesis e hipótesis se tuvieron más en cuenta, con el objeto de analizarlas y, en su caso, rebatirlas.

Con el informe en la mano y comprobadas las diferencias en noches "claras", habrá que valorar el grado de influencia que para el comité asesor tuvo que el E-ELT "pueda ser operado de forma integrada con el observatorio de Paranal", según comunicado oficial de la ESO, sin comprobar, en absoluto, la operatividad del supertelescopio en El Roque. Luego, llegará el momento de hablar sobre las infraestructuras complementarias, bases operativas, los costes de operatividad y construcción, el modo de vida que tendrán los científicos que trabajarán en el Telescopio Europeo Extremadamente Grande, el grado de sismicidad y, sobre todo, la oferta económica española, entre otros razonamientos en los que la Isla obtiene claramente ventaja.

El trabajo diplomático y técnico de España con cada representante del comité debe ser vertiginoso. Es cierto que hasta junio no se reúne el Consejo de la ESO, que a la postre es el único órgano con capacidad para decidir dónde instalar el E-ELT, pero antes, se desconoce la fecha exacta aunque se cree que será en abril, su comité técnico, con o sin asesores externos, se reunirá de nuevo para analizar los nuevos aspectos y emitir su informe definitivo sobre lugar de referencia ante el Consejo.

Inercia por Chile.- Además de razones técnicas o de calidad del cielo, el interés de la ESO por Chile es desde el principio evidente. Siempre ha trabajado con aquel país y, por tanto, es difícil evitar la relación natural que existe y que, de alguna manera, puede ser determinante entre dos candidaturas en caso de igualdad. "Si tomas el café en el mismo bar, ir a otro te choca", afirma un astrónomo, aunque, dice otro técnico, "en el mundo científico que estamos hablando, las cosas no funcionan así. Todo hay que demostrarlo, hay que ponerlo encima de la mesa, pero es cierto que influye el haber trabajado siempre en un mismo lugar, por el grado de conocimiento de un lugar con respecto al resto".

La ESO no tiene dinero.- Una cosa es lo que se quiere y otra, lo que se puede. Hay un argumento poco analizado y que también tiene un alto grado de influencia. El Observatorio Europeo Austral no tiene capacidad económica suficiente o al menos sanidad financiera para afrontar el proyecto del supertelescopio. Está "con lo justo". Ya está embarcado en diferentes proyectos, principalmente en la construcción del telescopio ALMA en las alturas del Llano de Chajnantor, en la Cordillera de los Andes en Chile, que le impiden hacer frente por sí mismo a otras iniciativas de gran calado, como el E-ELT. "A diez años vista, las cuentas no le salen", asegura un experto en economía y astrofísica, aunque "siempre pueden sacarse un "as" de la manga y que el Banco Europeo de Inversiones, por ejemplo, le prestara el dinero".

En las circunstancias actuales, si la ESO apuesta al final por Armazones tendría que retrasar el inicio de la construcción del supertelescopio, mientras que El Roque, con la inversión comprometida por el Estado, su ejecución cumpliría los plazos.