El Parque Nacional del Teide conserva en su interior más de 500 metros cuadrados de cubiertas y restos de fibrocemento que contienen amianto o asbesto, un material cancerígeno según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo uso está prohibido en España desde 2002. El Cabildo ya prevé la retirada de al menos 528 metros cuadrados de fibrocemento con amianto que se reparten entre las últimas casas del Sanatorio y el refugio de montañeros Edmundo Herrero, la antigua caseta de obras públicas ubicada junto al Llano Ucanca.

Los proyectos de demolición de estos inmuebles, encargados y aprobados por el Cabildo de Tenerife, cuentan con un presupuesto total de 390.000 euros.

Solo en el refugio de montañeros hay unos 208 metros cuadrados de este material, repartidos entre una cubierta de 193 metros cuadrados y un vertido incontrolado que ocupa otros 15 metros cuadrados más.

El proyecto de demolición de las casas del Sanatorio prevé la retirada de 16,08 metros cúbicos de residuos con amianto, que provendrían de unos 320 metros cuadrados de cubiertas de diferentes edificaciones.

En el caso de las construcciones del antiguo sanatorio, el proyecto ya incluye un plan de desamiantado que prevé unas 56 horas de trabajo para su retirada.

En los trabajos de retirada de amianto de ese plan, principalmente centrados en las planchas onduladas de fibrocemento presentes en las cubiertas de algunos módulos edificatorios, se ha previsto un plazo de "siete días laborables, en jornadas de 8 horas, de lunes a viernes".

Jornadas en las que los trabajadores deben dedicar unos 20 minutos diarios a la colocación del equipo de autoprotección y otros 30 minutos a las tareas de descontaminación al finalizar.

En este plan de desamiantado, aún pendiente en el caso del albergue de montañeros, se recuerda que "el Catálogo Europeo de Residuos cataloga los materiales que contienen amianto como tóxicos o peligrosos. En la obra que nos ocupa aparece el amianto como material de cubrición, lo que hace necesario que se retire y se gestione de manera separada del resto de residuos en cumplimiento del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto".

Los materiales con amianto están prohibidos en España desde 2002 y la Guía Práctica de Materiales con Amianto en Viviendas, editada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo del Gobierno de España en 2014, recuerda que "solo una empresa inscrita en el Registro de Empresas con Riesgo por Amianto puede intervenir sobre estos materiales, ya sea para retirarlos, repararlos o adaptarlos".

Además, estos trabajos se han de realizar según las especificaciones de un plan de trabajos con amianto, que debe ser aprobado por la autoridad laboral antes del inicio de la actividad.

El amianto es uno de los componentes del fibrocemento, un material de construcción que en España fue comercializado a gran escala por la empresa Uralita, nombre por el que popularmente también se conoce.

En diciembre de 2001, una orden ministerial prohibió la comercialización y la utilización del amianto blanco, el único tipo que se seguía usando en España. Las variedades más perjudiciales para la salud se prohibieron en España en los años 80 y 90 del siglo XX.

Aquella orden ministerial, aprobada el 7 de diciembre de 2001, estableció un plazo de seis meses para su entrada en vigor, así como una prórroga de seis meses más para la comercialización de los productos ya fabricados. El 15 de junio de 2002 entró en vigor la prohibición de fabricar productos con amianto. El 15 de diciembre de 2002 quedaron prohibidas en España la producción, comercialización e instalación de materiales con amianto.

Una resolución del Parlamento Europeo, aprobada el 14 de marzo del año 2013, señala que los materiales con amianto poseen habitualmente un ciclo de vida de entre 30 y 50 años. Una vez superado, el riesgo de daños para la salud es más elevado.

Otros estudios consideran que el fibrocemento tiene una vida útil de un máximo de 35 años. Una vez finalizada, se aconseja su retirada de forma controlada y segura.

Advertencias de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que "todos los tipos de amianto causan cáncer de pulmón, mesotelioma, cáncer de laringe y de ovario, y asbestosis o fibrosis de los pulmones". La OMS recuerda que "la exposición al amianto se produce a través de la inhalación de fibras que se encuentran en el aire del lugar de trabajo, el aire cercano a puntos de producción, como fábricas que trabajan con amianto, o el aire del interior de viviendas y edificios que contiene partículas fraccionadas de amianto". Para prevenir los efectos dañinos del amianto, la OMS recomienda "dejar de utilizar este material en todas sus formas", "reemplazar el amianto con productos más seguros y formular mecanismos económicos y tecnológicos para estimular la sustitución" y "adoptar medidas para prevenir la exposición al amianto durante la eliminación del producto".

Riesgo para la salud

El amianto se compone de fibras microscópicas que pueden permanecer en suspensión en el aire por lo que llegan a los pulmones con facilidad. El mayor riesgo para la salud se produce con el contacto prolongado con este material y, sobre todo, durante los trabajos que impliquen su corte o rotura, lo que dispersa por el aire las fibras cancerígenas.