Los ayuntamientos de La Orotava, Los Realejos y Puerto de la Cruz; el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valle de La Orotava, el Cabildo de Tenerife y técnicos especialistas en patrimonio, agricultura y enología trabajan juntos para lograr más apoyo entre los viticultores del Valle para proteger el cordón trenzado, un sistema de cultivo de las viñas "único en el mundo" y seña de identidad del paisaje de la comarca. Desde el año 2017, el Consistorio villero lidera un movimiento que pretende que el cordón trenzado sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y reciba las ayudas necesarias para que su mantenimiento "sea rentable a los viticultores".

El concejal de Agricultura de La Orotava, Alexis Pacheco (CC), explica que "no se trata de imponer una protección que afecte al suelo, sino de lograr el reconocimiento y la defensa de un sistema de cultivo propio, que beneficie incluso a quienes decidan plantar en el futuro viñas utilizando esta técnica".

"Necesitamos conseguir apoyo social para que el cordón trenzado no se vea como un problema, sino como un valor añadido para el sector y el paisaje, algo que nos distingue y que nos ayudará también en el reto de convertir a La Orotava en Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de Paisaje Cultural Integral".

Pacheco anuncia que "en los próximos meses se organizarán encuentros participativos con viticultores, bodegueros y técnicos de la comarca para empezar a trazar todos juntos las líneas de trabajo para lograr que el método de cultivo del cordón trenzado sea reconocido y, a la vez, genere una mayor rentabilidad económica para evitar su desaparición".

"El objetivo es encontrar fórmulas para que el cordón trenzado se proteja y reciba, si es posible, ayudas exclusivas de la UE", avanza el edil.

El principal inconveniente del cordón trenzado es que impide la mecanización. Todo debe hacerse a mano y eso encarece el mantenimiento. El cordón es una trenza que se hace durante años con los sarmientos de la parra. La altura del suelo oscila entre 0,6 y 0,8 metros, con una longitud de entre 3 y 15 metros.

La comarca mira hacia la Ribeira Sacra

Alexis Pacheco explica que la comarca recibirá pronto la visita de representantes de la Ribeira Sacra, en Galicia, para compartir su experiencia y valorar si su ejemplo es aplicable al Valle de La Orotava y la protección del cordón trenzado. La Ribeira Sacra, que tiene su propia Denominación de Origen y un consejo regulador como el del Valle de La Orotava, cuenta con un paisaje marcado por los socalcos, unos viñedos que se cultivan en bancales situados en las laderas de las montañas de esta región del interior de Galicia, repartida entre las provincias de Ourense y Lugo. Esta forma de cultivo en bancales es un sello inconfundible de la viticultura de la Ribeira Sacra, como el cordón trenzado marca al sector vitivinícola del Valle.

Un cultivo en retroceso en la última década

Los ayuntamientos de La Orotava y Los Realejos ven con preocupación cómo el sector vitivinícola sufre, al menos en la última década, un retroceso en el Valle, que se puede llevar por delante buena parte de los mejores ejemplos del cordón trenzado. El edil villero de Agricultura, Alexis Pacheco, explica que en los últimos diez años se ha perdido "prácticamente la mitad de la superficie cultivada de viñas en el Valle, lo que supone también la pérdida de un porcentaje cercano al 50% de nuestro cordón trenzado. Las viñas se están arrancando para plantar cultivos más rentables, como el aguacate, y eso tenemos que pararlo".