El barrio icodense de La Mancha, en Icod de los Vinos, estrenó esta semana, tras casi 17 años de obras ejecutadas mayoritariamente con aportaciones de los fieles, la nueva iglesia de San Isidro. Se trata de un moderno templo parroquial con un diseño arquitectónico marcado por el color blanco, la sencillez y las obras del herrero icodense Moisés Afonso.

La primera piedra de este templo se colocó en junio de 2002. El Ayuntamiento de Icod de los Vinos y el Obispado de la Diócesis Nivariense colaboraron en la financiación de una parte de los trabajos, aunque la gran mayoría de los fondos se han logrado con las aportaciones de los fieles durante casi dos décadas.

Afonso ha utilizado técnicas tradicionales para elaborar todas sus obras y garantizar así la máxima durabilidad de todos los elementos de acero.

El obispo nivariense, Bernardo Álvarez, consagró el nuevo templo parroquial de San Isidro Labrador el día 6. Los arquitectos responsables de la obra, Ángel Cobo y José Víctor Afonso, entregaron las llaves al obispo y éste, a su vez, al párroco José Agustín León.

Durante la primera eucaristía celebrada en esta anhelada iglesia, se consagró el templo y el altar, y se bendijo el sagrario y otros elementos litúrgicos, también realizados por Moisés Afonso.

Esta obra, que fue una iniciativa del obispo Felipe Fernández, pasó momentos difíciles durante la crisis económica, pero hace poco más de un año se retomó el proyecto con ilusión renovada y La Mancha pudo ver terminado su templo parroquial.

El edificio es amplio y luminoso, dispone de salones parroquiales y de una pequeña plaza. Prevalecen el color blanco y las líneas rectas, sólo alteradas por las obras del herrero Moisés Afonso, autor de una espectacular puerta de entrada y de la gran espiga de siete metros de altura y más de 400 kilos de peso que, junto a una cruz, marca la imagen de la nueva torre.

Una cruz y una espiga que relacionan a la iglesia icodense con su entorno agrícola, su patrón San Isidro Labrador y su popular romería.