La imagen de olas enormes arrasando un balcón del tercer piso del edificio Mar y Sol, en Mesa del Mar (Tacoronte), dio el pasado domingo la vuelta al mundo y reabrió el debate sobre el futuro de este antiguo hotel, prácticamente metido en el Atlántico, y reconvertido desde los años 90 del siglo XX en 220 apartamentos de uso residencial. Hacía más de 20 años que no se hablaba de la posible y costosísima demolición parcial de este inmueble inaugurado por el ministro de Turismo Manuel Fraga Iribarne en 1967, pero las imágenes del pasado fin de semana han vuelto a poner en entredicho la existencia de esta mole de 11 plantas.

El vigente deslinde de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar mantiene dentro del dominio público marítimo terrestre solo dos esquinas del edificio (solapadas con la ribera del mar), que se sitúa en su mayor parte dentro de la zona de servidumbre pública de protección.

La responsable de la campaña de la campaña de Costas de Greenpeace, Paloma Nuche, aseguró en la Ser hace unos días que demoler este edificio de Mesa del Mar "cuanto antes" sería "una decisión de sentido común: lo más sensato para evitar riesgos".

El gobierno del Ayuntamiento de Tacoronte (CC) no se plantea esa alternativa y señala que los propietarios del inmueble llevan tiempo realizando trámites para adaptar toda la edificación a la normativa vigente, ahora en cuestiones como el saneamiento.

Expertos en Urbanismo consultados por EL DÍA consideran que la situación de este edificio es el equivalente a "un fuera de ordenación, ya que se ubica en una zona de servidumbre donde no cabe el uso residencial". Sin embargo, estas mismas fuentes señalan que "en el caso de que Costas optara por plantear una demolición parcial, los propietarios afectados no estarían desprotegidos y tendrían que recibir una compensación económica".

El altísimo coste de la expropiación y demolición de parte de este inmueble, y el escaso interés de la pequeña franja costera que se recuperaría, invitan a pensar que es muy improbable que las administraciones públicas vayan a apostar ahora por esta drástica solución a un problema que se inició en los años 60 del siglo XX.

En el libro del geólogo y docente Luis E. Hernández Gutiérrez "La Playa de La Arena en Tacoronte: Historia de la estabilidad de una ladera", publicado en 2013 por Idea, se repasan los orígenes del Mar y Sol. El autor recuerda que "la parcelación de la finca se realizó en 1962 y a principios de 1963 comenzaron los trabajos de construcción de la actual carretera por el acantilado".

El antiguo hotel es una de las obras incluidas en "el Plan Parcial de Mesa del Mar, que fue aprobado en primera instancia por el Ayuntamiento de Tacoronte el 14 de agosto de 1964 y, definitivamente, por la Comisión Provincial de Urbanismo el 18 de octubre de 1965, una vez que se produjo el deslinde de la zona marítimo-terrestre por orden ministerial, de El Pris a Mesa del Mar".

Hernández Gutiérrez escribe que "el muro que circunda la zona del Mar y Sol marca justamente el deslinde de entonces", y recuerda que el 17 de noviembre de 1967 se inauguró oficialmente la urbanización Mesa del Mar, "con asistencia del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, acompañado de su esposa, Carmen Estévez". Al acto asisten el gobernador civil de la provincia, Mariano Nicolás García, y el presidente del Cabildo insular, José Miguel Galván Bello, entre otras autoridades.

El 7 de julio de 1968 se le concedió a la Urbanización Mesa del Mar la Placa al Mérito Turístico otorgada por el Ministerio de Turismo.

Hernández señala que "en 1990, siendo alcalde de la ciudad Guillermo Graham (PSOE), se tomó la decisión, poco popular pero acertada, de demoler las viviendas ilegales de la playa de La Arena (...). Tras la polémica social generada, finalmente en marzo de ese año se tiraron 84 chabolas, casas y otras construcciones ilegales".

En 1993 comenzó el conflicto sobre el posible derribo parcial del edificio Mar y Sol para recuperar el espacio de costa que ocupa. "Esa decisión municipal da lugar a interminables discordias y posiciones encontradas. El ayuntamiento había propuesto a la Dirección General de Costas la expropiación del hotel en la zona afectada por el dominio que estimaba público, al entender que se vulneraba la ley de Costas. El acuerdo plenario es recurrido por Hoteles Afortunados, S.A. y el Tribunal Supremo anula el citado acuerdo plenario sobre la expropiación del Mar y Sol", recuerda el autor.

"El 20 de enero de 1995 el Tribunal de Justicia de Canarias sentencia contra el Ayuntamiento de Tacoronte y anula el acuerdo plenario de 6 de mayo de 1993 relativo al cambio de uso del edificio Mar y Sol. El ayuntamiento había declarado ilegales las ventas de apartamentos, originando un conflicto a los propietarios. En 1995, tras las elecciones municipales, un nuevo equipo de gobierno se coloca al frente del Ayuntamiento (ATI-CC). Los asuntos relacionados con Mesa del Mar y con el PGOU fueron tratados de diferente manera por la nueva corporación, entendiendo que la expropiación del hotel Mar y Sol conllevaría un daño moral y económico".

"Instruidos los trámites pertinentes, en 1998 el edificio Mar y Sol queda libre de ser demolido y se recupera el paseo marítimo tras la consecución de un acuerdo entre la comunidad de propietarios y el ayuntamiento, y la modificación de una franja del deslinde costero con lo que se pone fin a varios años de incertidumbre. El deslinde que es efectivo en 1999, respeta lo que está construido fuera del espacio deslindado, aunque no permite modificaciones, y el hotel queda preservado y no afectado", sentencia Hernández.