La Policía Local de La Orotava es la primera del Valle y una de las pocas del Norte de Tenerife que cuenta con un sistema para detectar el consumo de drogas entre los conductores. El Consistorio villero acaba de adquirir el Drugtest 5000, un moderno laboratorio portátil que en sus primeros días de uso ha permitido detectar ya a tres conductores que circulaban bajo los efectos de la cocaína.

El edil de Seguridad Ciudadana, Narciso Pérez (CC), recalca que el principal objetivo de este nuevo sistema de detección de graves infracciones de tráfico es "lograr un efecto disuasorio que evite la peligrosa mezcla de drogas y conducción".

El Drugtest 5000 se usó por primera vez el pasado fin de semana. En dos controles, este equipo detectó a tres conductores que dieron positivo en diferentes tipos de drogas. "Las muestras de saliva tomadas a esos conductores se han enviado a un laboratorio que contrastará la prueba y dará aún más garantías, aunque se trata de un aparato con una fiabilidad del 100%", según señala Pérez.

Este aparato permitirá acabar con una situación que preocupaba a los agentes municipales: la imposibilidad de sancionar a conductores que, pese a dar negativo en el consumo de alcohol, presentaban síntomas de haber consumido algún tipo de estupefaciente. El Drugtest 5000 acaba con la frustración que generaba entre los agentes no poder sancionar comportamientos que suponen un riesgo para la seguridad de todos.

"Con la utilización de este moderno sistema de detección del consumo de drogas, que ya se usa en localidades como La Laguna, queremos mandar un mensaje a la sociedad: nadie debe ponerse al volante si ha consumido drogas", advierte el concejal.

La mayoría de los controles de tráfico de la Policía Local villera incorporarán, a partir de ahora, la posibilidad de realizar una doble prueba. El alcoholímetro permitirá detectar si el conductor ha consumido bebidas alcohólicas, a través del aire espirado, y el Drugtest, con una pequeña muestra de saliva, analizará, en un plazo de entre 4 y 5 minutos, si el conductor ha consumido recientemente sustancias como cocaína, anfetamina y metanfetaminas (éxtasis, adam o eve); opiáceos (heroína, codeína y metadona); benzodiazepinas (rohypnol, valium); cannábicos (hachís, marihuana), o alucinógenos como LSD, psilocybes, mescalina o feciclidina.

En el caso de que el test sea positivo en algún tipo de drogas, la muestra se enviará a un laboratorio especializado para ratificar el resultado, y el conductor será sancionado con una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir.

En el caso de que un conductor se niegue a realizarse la prueba en un control, incurriría en un delito que se castiga con penas de prisión de seis meses a un año, además de la privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.

La ley establece sanciones simplemente por "conducir con presencia de drogas en el organismo", por lo que se puede dar positivo por consumos previos.

Según el estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores realizado por la Dirección General de Tráfico (DGT) en 2015, "un 12 % de los conductores circulan tras haber ingerido alcohol u otras drogas". El Instituto Nacional de Toxicología ha detectado que el 43% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico tenían presencia de alcohol u otras drogas en el organismo.