El edil de Urbanismo del Puerto de la Cruz, Juan Carlos Marrero (CC), explicó ayer a EL DÍA que las obras para tratar de afianzar la inestable calle Tegueste, en el barrio de Punta Brava, continúan con "mucha precaución" para no poner en riesgo a los trabajadores.

"Desde el martes 18 se trabaja, aunque de una forma más lenta que antes del desalojo de los vecinos, para seguir inyectando hormigón en los alrededor de 30 bulones que se habían colocado en el acantilado de la zona donde aparecieron las grietas", detalló el concejal portuense.

"Nadie se queda colgando del acantilado mientras se inyecta el hormigón -recalcó Marrero-. Todo se prepara y, cuando empieza el proceso, ya no hay nadie en la zona más peligrosa".

Cuando acabe esta fase, se espera que la vía gane estabilidad, "pero nada es seguro y luego tocará lo más complicado: seguir instalando en las rocas los bulones que faltan, que son casi el 50%", advirtió el edil.

Entre el miércoles y la mañana de ayer, las grietas no habían empeorado, pese a la continuidad de los trabajos.