La Junta General de la Empresa Pública de Viviendas de Los Realejos (Vivire) acordó, el 29 de mayo, la enajenación de las 11 viviendas de promoción pública de La Cruz Santa, situadas en la calle Tindaya, con el único voto en contra de la representación de IUC, Melania González y Esaúl González.

Con el fin de liquidar las deudas contraídas por la empresa pública, Manuel Domínguez decidió vender las 11 viviendas a una empresa privada por 583.000 euros, cuando su tasación en enero de 2017 era de 1.062.000 euros. De esta manera, el promotor inmobiliario adquiere unas viviendas construidas con dinero de los contribuyentes para familias humildes al precio medio de 50.000 euros cada una.

IUC recuerda que hace año y medio estas viviendas estuvieron a la venta para demandantes de vivienda pública con precios que oscilaban entre los 55.800 y los 83.300 euros, por lo que no se explican la pérdida de valor.

Desde IUC se considera que "o se ha realizado una venta escandalosamente a la baja para favorecer a un empresario determinado, cuestión muy grave, o hay que lamentar que un bien patrimonial de los realejeros se haya devaluado a la mitad en tan poco tiempo". Afirmando que el gobierno local avala lo segundo, IUC espera dimisiones por ello.

El aumento del precio de la vivienda en los últimos meses incrementan la incredulidad de IUC sobre "este pelotazo que nos viene a colar el PP de Los Realejos. Otro más (...). Estamos ante un botellazo realejero".

La Empresa Pública Vivire está inmersa en un proceso de disolución desde hace dos años. Creada con un presupuesto inicial de 21.372 euros, en 14 años de existencia "jamás ha contado con personal propio, por lo que ha tenido que externalizar sus actuaciones. En realidad fue una empresa fantasma, sin personal y sin presupuesto". El apoyo de IUC a la disolución de esta empresa "siempre estuvo ligado a la promesa de Manuel Domínguez, realizada en varias ocasiones, de traspasar estas viviendas al ayuntamiento para ponerlas a disposición de demandantes de vivienda pública. Con este chanchullo, Domínguez incumple claramente esta promesa y demuestra, una vez más, que su palabra no es de fiar", señala IUC en un comunicado.