El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez (PP), anunció ayer el inicio de "la obra más importante de las últimas décadas en el municipio", la reforma de la avenida de Canarias para acabar con la inestabilidad del subsuelo, así como un inusual despliegue informativo que incluye un vídeo de nueve minutos de duración, diez mil trípticos, una página web (www.losrealejos.es/avenidadecanarias), informadoras a pie de calle, actividad en redes sociales, anuncios en medios de comunicación y la posibilidad de suscribirse a una lista de avisos para recibir todas las novedades. Las obras comenzarán el martes 16, durarán diez meses y costarán 2.476.696 euros, financiados por el Cabildo de Tenerife (80%) y el propio ayuntamiento (20%).

El plan de comunicación sobre esta obra no tiene precedentes en Tenerife. A través de vídeo, folletos y una web, se informa de los antecedentes, los proyectos vinculados, la solución técnica, las cifras, la afección al tráfico, la forma de colaborar para evitar problemas de circulación, el origen del problema que se va a solucionar o las maneras de obtener información. Tanto las causas de los socavones como la solución técnica se explican mediante infografías (ver foto).

El alcalde realejero, Manuel Domínguez (PP), y el edil de Urbanismo, Darío Pérez (PP), reconocieron que los trabajos "serán complicados y generarán molestias inevitables a los vecinos", en especial cortes y desvíos de tráfico. El objetivo municipal y de la contrata (Traysesa) es cumplir los diez meses de plazo de ejecución o "si es posible acortarlo, aunque hasta que no se inicien los trabajos sobre el terreno no se sabrá si surge algún inconveniente que pudiera retrasar la finalización", señaló Domínguez.

La actuación incluye la apertura de una gran zanja a lo largo de toda la avenida, entre Correos y el parque de San Agustín, para ir sustituyendo, por fases, las deterioradas canalizaciones de aguas pluviales (un canal subterráneo de hormigón de entre 80 y 100 centímetros de diámetro) por un túnel de canalización de 1,5 metros de ancho y 1,9 metros de alto que funcionará como "un barranco subterráneo", en palabras del alcalde.

Este túnel, que permite a una persona caminar cómodamente por su interior, será mucho más fácil de examinar y de conservar.