Christopher Kyba, del Centro de Estudios Geológicos (GFZ) de Potsdam (Alemania), y Alejandro Sánchez de Miguel, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), son dos de los autores de un reciente estudio científico sobre la evolución de la contaminación lumínica en el mundo entre 2012 y 2016, publicado en la revista Science Advances. Estos dos expertos en el impacto del alumbrado artificial en la observación del cielo miran con pesimismo la evolución del problema, que crece un 2,2% anual, pero advierten de que aún hay motivos para la esperanza y citan al municipio norteño de Los Realejos como un ejemplo a seguir en la lucha contra la contaminación lumínica.

En enero de 2015, Los Realejos apostó por la instalación de luminarias con tecnología led PC Ámbar, telegestión punto a punto y sistemas de detección de movimiento. En total se instalaron 3.200 puntos de lámparas led, lo que supuso la renovación del 50% del total. El 50% restante son de sodio de bajo consumo.

Según el gobierno local (PP), "todas estas medidas han supuesto un ahorro energético que ronda el 50%, así como dejar de emitir cada año a la atmósfera 530 toneladas de dióxido de carbono".

Kyba declaró recientemente que "aún hay esperanza" para evitar que la contaminación lumínica arruine la observación de las estrellas y citó expresamente a Los Realejos, "que emite un tercio menos de luz que antes del estudio", o el alumbrado de las carreteras de Bélgica o de ciudades como Tucson, en Estatos Unidos. A su juicio, estos tres son ejemplos de que las lámparas led Ámbar bien diseñadas "pueden disminuir la contaminación lumínica".

Federico de la Paz, de la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), también ha dado su visto bueno a la actuación realizada en Los Realejos: "Con el led PC Ámbar se cumple con los dos objetivos fundamentales que exigimos: al usar luminarias de vidrio plano, colocamos la luz dentro de la zona a iluminar y, por otro lado, emitimos luz en un espectro que no contamina el espectro luminoso".

El alcalde realejero, Manuel Domínguez (PP), valora la inversión: "Hemos cumplido con creces los tres objetivos que nos habíamos marcado al empezar con el proceso de renovación. Tenemos un ahorro económico, un ahorro medioambiental y cumplimos la Ley de la Calidad del Cielo".