El barrio guanchero de Santo Domingo se quedó oficialmente sin playa en febrero de 2010. El ayuntamiento, por recomendación de Costas, prohibió el acceso a la zona por riesgo de desprendimientos y, desde hace casi ocho años, continúa cerrada. Las restricciones de acceso comenzaron tres años antes, en 2007, por lo que los vecinos acumulan ya una década sin poder disfrutar con libertad y seguridad de este enclave del litoral de La Guancha. El Cabildo de Tenerife, con una pequeña aportación del consistorio, acaba de adjudicar ahora la última fase de los trabajos para asegurar los taludes, con un plazo de ejecución de 12 meses. Tras este anuncio, el barrio de Santo Domingo espera poder recuperar su playa en 2019.

La reapertura de esta pequeña playa es la principal demanda de este barrio de La Guancha, donde residen casi mil vecinos. El cierre por desprendimientos acabó prácticamente con la pesca tradicional, ya que los profesionales tuvieron que marcharse a Icod de los Vinos o Garachico; redujo notablemente el número de visitantes que recibe el barrio, ya que esta zona de la costa es una de las pocas de la Isla donde está permitida la pesca submarina, y también ha impedido durante años la celebración del embarque de la Virgen del Carmen.

No es un lugar especialmente atractivo para el baño, pero siempre fue apreciado por vecinos, buceadores y pescadores. Además, es uno de los escasos accesos al mar del litoral guanchero, junto al Charco del Viento.

Desde al menos 2010, los vecinos esperan por la ejecución del proyecto que, según las previsiones iniciales, debía servir para reabrir la playa en 2015. Dos años después de aquella fecha incumplida, se acaba de adjudicar la segunda fase, que aún requiere de varios estudios y autorizaciones previas que podrían retrasar su ejecución.

El alcalde de La Guancha, Antonio Hernández (PP), tiene claro que no recuperar para el uso público la playa de Santo Domingo antes de que termine el presente mandato, a mediados de 2019, "sería un fracaso".

"Llevamos una década sin poder disfrutar con normalidad de ese enclave y ahora, por fin, se ha desbloqueado la última fase", indica el alcalde.

Hernández reconoce que desde que llegó a la Alcaldía, a mediados de 2015, el proyecto insular para asegurar los taludes y reabrir la playa "ha estado bloqueado".

El consejero de Cooperación Municipal del Cabildo de Tenerife, Aurelio Abreu (PSOE), anunció esta semana el encargo a la empresa pública Gestur, por 180.000 euros, de la segunda fase de las obras para asegurar el talud y poder reabrir la cala. El plazo de ejecución es de 12 meses, de manera que la reapertura no llegará, como pronto, hasta 2019.

Esta segunda fase, que tiene un plazo de ejecución de un año, incluye la realización previa de un estudio geológico-geotécnico; informes biológicos y arqueológicos; la adaptación del proyecto técnico de la II fase a las nuevas exigencias derivadas de los resultados de la I fase, y la tramitación y obtención de todos los informes, permisos, autorizaciones y licencias que la ejecución de las obras precisan.

Además de esos trámites previos, la segunda fase incluye la posterior la ejecución, dirección de las obras, coordinación y supervisión técnica de todas las actuaciones necesarias.

Abreu destacó que "es la primera vez que se atribuye una encomienda a Gestur, y esto hace posible que se agilicen los estudios y la redacción técnica del proyecto". Y recalcó que "lo complicada que resulta la obra es lo que ha motivado un retraso importante en este expediente, por lo que pedimos disculpas al Ayuntamiento de La Guancha y a los vecinos, pues la playa ha estado cerrada".

La financiación de este proyecto está incluida en el presupuesto 2017-2018, "por lo que la partida económica está salvaguardada", según Abreu.

La intención del Cabildo es que "la playa de Santo Domingo se convierta en una zona de baño con la máxima seguridad".

El proyecto de esta última fase incluye la estabilización del talud en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de los acantilados de Santo Domingo, que forma parte de la Red Natura 2000. Además, se procederá a la colocación de las barreras dinámicas, tanto en zonas en las que se actuó en la fase 1 como en la citada zona ZEPA, destinadas a absorber el riesgo de desprendimientos que no haya quedado cubierto.

La actuación consiste en la realización de un saneo completo del talud para, a continuación, "estabilizar los bloques de basalto fisurado, cosiéndolo con bulones o cubriéndolos con panel de red de cable". En las zonas donde los elementos sueltos sean de menor tamaño, se cubrirán las superficies con mallas de triple torsión.

En enero de 2016 concluyeron las obras de la primera fase del proyecto, en la que se priorizaron las intervenciones de saneo y estabilización de los taludes. Y casi dos años después podrían retomarse.

Para el alcalde de La Guancha, la encomienda de todos los estudios previos y la obra posterior a Gestur es "una buena fórmula para agilizar los trabajos".

Hernández considera que "al tratarse de una playa de pequeñas dimensiones ha quedado en el olvido durante muchos años. Pero estamos hablando del acceso al mar del barrio de Santo Domingo, un núcleo de pescadores que perdió la actividad pesquera por este cierre y que anhela, desde hace años, recuperar su contacto con el mar".

El alcalde guanchero espera poder firmar el decreto de reapertura de la playa antes de las próximas elecciones municipales: "Queremos que se arregle de una vez, que se pueda recuperar la pesca en Santo Domingo, que la gente pueda acudir a esta zona autorizada por el Gobierno de Canarias para la pesca submarina y que los vecinos, como yo mismo hice durante años, puedan volver a disfrutar de esta zona de baño".