"Sembrar una palmera en la jardinera existente y la creación de un nuevo alcorque junto a una tapa de Unelco para sembrar un arbolito parece una burla a la inteligencia y denota poca seriedad". Lo asegura el PSOE ante la solución aplicada por el gobierno municipal al problema de seguridad generado en el IES San Nicolás. "Esta decisión parece una tomadura de pelo y no es necesario ser técnico para saber que esto no supone una solución inmediata al problema y que no sirve de nada. Es una obra inútil y un sinsentido".

Francisco Goya Pacheco, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de El Sauzal, recuerda que la salida de un vehículo en una curva produjo la rotura de un pequeño muro y del vallado del centro al precipitarse desde una altura de más de tres metros al patio de entrada del instituto. El accidente tuvo lugar de madrugada y en periodo vacacional, por lo que los riesgos se minimizaron, "pero viene a demostrar la debilidad en materia de seguridad de dicha instalación" ya que el vehículo cayó "donde, en época lectiva, suele haber una mesa de ping pong que los estudiantes usan durante el recreo".

Ante este hecho, se hizo evidente la necesidad de buscar una fórmula para mejorar la seguridad de ese punto. La propuesta del PSOE era "aumentar la altura del muro así como mejorar los materiales de que está hecho" utilizando un material más resistente, como el hormigón. Los socialistas explican que el muro en cuestión apenas tenía dos hileras de bloques por encima del nivel de la acera, "altura insuficiente para retener un vehículo que se sale de una vía con pendiente, como la que nos ocupa".

La sorpresa para los socialistas se produjo "cuando el propio alcalde anunció en el pleno que su solución era ampliar la zona ajardinada para poner nuevas palmeras que sirviesen de barrera". El portavoz del PSOE dijo que "la idea parecía una mala broma en aquel momento, teniendo en cuenta que una palmera tarda un largo periodo en enraizar hasta adquirir la resistencia necesaria para hacer de barrera". Ahora ya ha pasado a ser "una tomadura de pelo", según Francisco Goya Pacheco.