Se acabó lo bueno. Cada año desde hace décadas se repite la misma historia: termina el curso escolar y los atascos desaparecen de la autopista del Norte (TF-5) durante todo el verano, salvo que se produzcan incidentes puntuales. Llega septiembre. Muchas personas regresan a sus puestos de trabajo y comienza el curso escolar. El tráfico se hace más denso hasta que la Universidad de La Laguna (ULL) retoma la actividad académica y, entonces, vuelve el colapso mañanero. No falla. El día D fue el pasado jueves 15 y los conductores habituales ya notaron que la capacidad de la TF-5 se empezó a desbordar con la llegada de los coches de los estudiantes. No son los culpables, pero su incorporación es la gota que colma el vaso.

Un reciente estudio de la propia ULL revelaba que el 55,8% de los estudiantes del Norte de la Isla utilizan su coche para llegar a la universidad. Sólo el 17% se desplaza en guagua y otro 9,6% llega como acompañante en un vehículo ajeno. Se calcula que en la ULL estudian unos 3.700 alumnos del Norte de la Isla. Si el 55,8% acude en coche propio, aportarían casi 2.000 vehículos diarios al tráfico de la TF-5 entre las 6:00 y las 8:00 horas. Aunque fuera solo la mitad, unos mil, si se pusieran en fila formarían una cola de más de 4 kilómetros. Muchos coches que coinciden en poco tiempo.

EL DÍA ha consultado a varios conductores y pasajeros que sufren habitualmente los atascos de la TF-5 entre el Norte de Tenerife y el área metropolitana. Todos coinciden en que el inicio del curso universitario se notó. La lluvia, que es otro factor a tener muy en cuenta respecto a los atascos, contribuyó a que las colas aumentaran de forma importante el jueves.

Calixto Sosa es un habitual sufridor de las colas en la TF-5. Las descubrió hace más de veinte años, cuando empezó a estudiar en la ULL, y aún las sufre, casi a diario, para desplazarse a su puesto de trabajo en Santa Cruz de Tenerife. El miércoles 14 salió del Norte poco después de las 8:00 y no encontró "nada de cola". El jueves, el tráfico ya estaba parado a la altura del municipio de Tacoronte.

Daniel Hernández es docente en un colegio de Santa Cruz de Tenerife. Se desplaza a diario desde el Puerto de la Cruz y también notó que el inicio de las clases en la ULL aportó más tráfico a la TF-5. Salió poco después de las 7:00 horas y tardó casi 50 minutos en completar un trayecto que, si no hay retenciones por accidentes o mal tiempo, se puede completar en 30 o 35 minutos. "Este jueves se notó que había mucha más cola. Las retenciones comenzaron a la altura de la gasolinera El Bohío, en La Matanza. A partir de ahí, tráfico lento con paradas intermitentes", explica.

El jueves salió a las 7:12 del Puerto de la Cruz, pero es consciente de que en breve tendrá que salir a las 6:40 horas para poder llegar a tiempo a su puesto de trabajo.

Cristina González es una de las estudiantes norteñas de la ULL que el jueves regresó a clase. Salió a las 6:45 horas de La Orotava en un coche compartido y se encontró algo de cola a la altura de La Matanza. Sin embargo, salir antes de las 7:00 les permitió llegar a La Laguna "mucho más rápido de lo habitual". Normalmente, salen a esa hora para poder llegar a la primera hora de clase, a las 8:00, pero lo peor aún no ha llegado.

Para llegar del Valle de La Orotava a Santa Cruz antes de las 9:00 lo mejor es salir antes de las 7:00 y encomendarse a la suerte para que no llueva ni se produzca ningún accidente.

Mañana por la mañana volverán las colas a la TF-5.