El Paisaje Protegido de Costa Acentejo, cuyos valores se defienden por ley desde 1994, alberga desde los años 70 del siglo XX las enormes estructuras de dos hoteles inacabados. Dos edificaciones de 15 plantas cada una, en un estado de ruina evidente, que afean la costa y son "una grave amenaza ecológica y ambiental", según el anulado plan especial de este paisaje mancillado por el desarrollismo y la inacción de las instituciones públicas. Bienvenidos al mamotreto de Acentejo. Otro monumento a las cenizas del boom turístico, como el que adorna la costa de Añaza desde 1973.

En aquellos años de voracidad constructora, el Plan Especial Turístico Puntillo del Sol fue promovido por El Puntillo S.A. y redactado por el arquitecto José Martell. Su aprobación definitiva se produjo el 26 de septiembre de 1972 y es, según recalca el citado plan, "fiel exponente del espíritu de la época". Se desarrolló sobre una propiedad de 183.000 metros cuadrados, cuyo ámbito llega al vigente deslinde de costas.

Este plan de carácter turístico se ejecutó en parcelas unifamiliares de tipo ciudad jardín en su mayor parte, pero "en todo el frente del acantilado de La Matanza se concretó en edificaciones en altura. Una decisión, que no sólo ha producido un efecto pantalla respecto a la edificación unifamiliar trasera, sino que se ha traducido en un elevado impacto paisajístico, dada la altura y el volumen de las grandes edificaciones existentes, una de ellas consolidada y otra en estructura, cuya construcción supuso la alteración de todo el acantilado por los vertidos de las obras", detalla el plan especial aprobado inicialmente en 2008 y anulado por el TSJC en 2014.

Las dos edificaciones se encuentran dentro del ámbito del espacio natural protegido, pero el Plan General de Ordenación (PGO) de La Matanza considera que se trata de "suelo urbano no consolidado".

EL DÍA publicó en el año 2000 que fuentes de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias confirmaban que la estructura del edificio abandonado de Puntillo del Sol estaba "en suelo urbano" y era "perfectamente legal", por lo que podía "terminarse o reconstruirse". En aquel momento, estaba previsto que el Plan de Protección Paisajística de Costa Acentejo contemplara "la supresión de cuatro plantas de cada uno de los dos bloques inmueble y la necesidad de reducir su impacto ambiental". Dieciséis años después, nada ha cambiado.

El edil de Urbanismo de La Matanza, Miguel Ángel Pérez Pío (PSOE), considera que este edificio supone un problema "muy complejo" y de difícil solución: "Se trata de un suelo hotelero que se aprobó en 1972 y los propietarios, que ahora mismo están desaparecidos, podrían reclamarnos una cuantiosa indemnización si actuamos sin garantías jurídicas. Es evidente que afea la zona y que es un riesgo porque hay partes que se han desmoronado, pero la solución debe plasmarse en el nuevo Plan de Costa Acentejo".

"Por el sitio en el que está, su demolición sería complejísima. Está claro que eso hay que arreglarlo, pero ¿cómo y quién? Ahí está el problema", sentencia el edil.

"Una grave amenaza ecológica y ambiental"

El anulado Plan Especial del Paisaje Protegido de Costa Acentejo dedicaba unas contundentes líneas al mamotreto de Acentejo: "El conjunto de edificios del Puntillo constituye una de las mayores expresiones del desarrollismo litoral, característico de los años setenta. Se trata de dos estructuras de edificio, en estado de abandono, en El Picacho, en Caleta Salvaje. Su impacto paisajístico es muy grande; el deterioro de estas estructuras con el tiempo y su posible desmoronamiento, las conforma como una grave amenaza ecológica y ambiental, por posible riesgo de desencadenar procesos erosivos, afección al barranco de Cabrera y a la rasa intermareal". Además, planteaba que "debido al estado de ruina presunta en que se encuentra el edificio inconcluso, se ha propuesto su eliminación de la ordenación como paso necesario para facilitar la declaración de ruina por parte del Ayuntamiento de La Matanza".