A las 10:00 horas de hoy, mañana y el lunes comparecerán en el Juzgado de Instrucción número 2 de La Orotava tres técnicos municipales que declararán como investigados por la supuesta comisión de un presunto delito contra el patrimonio histórico, todo ello en el marco del proceso abierto a raíz de la denuncia presentada el 18 de septiembre de 2005 por el derribo del teatro Atlante.

El 10 de marzo de 2005, un grupo de vecinos de La Orotava se sentó delante de una gran pala excavadora, en la calle San Sebastián, para impedir que concluyera la demolición del teatro Atlante, que se había iniciado en junio de 2003 (aunque IPO pidió su protección en febrero de 2002), pocos días después de las elecciones locales. Durante 19 días mantuvieron una acampada en la calle para tratar de salvar lo que quedaba del antiguo Cine de Abajo. Así nació el Movimiento Atlante. Una lucha ciudadana que se reactiva con el teatro aún en ruinas y la situación enquistada.

El Movimiento Atlante logró paralizar las obras de demolición, evitar la construcción de un edificio de viviendas en el solar del teatro y cambiar en el planeamiento el uso de la parcela de residencial a espacio dotacional con usos culturales, educativos o deportivos.

A raíz de su actuación, la Comisión Insular de Patrimonio, órgano del Cabildo de Tenerife, determinó que la casa número 26 ubicada en la calle Nicandro González tiene valor patrimonial. Eso ocurrió en 2005, mientras que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) suspendió las licencias otorgadas para construir un edificio en la parcela del teatro Atlante.

Desde mayo de 2006, hace casi una década, el Movimiento Atlante planteó al gobierno local (CC) que su objetivo de mínimos era "recuperar la parcela del Atlante como espacio sociocultural y reconstruir al menos la fachada del antiguo teatro en el nuevo edificio".

El actual alcalde, Francisco Linares (CC), fue el impulsor de aquella mesa de negociación para encontrar una solución pactada al caso Atlante. En noviembre de 2013, Linares aseguró a EL DÍA que el futuro uso de la parcela será consensuado: "La solución final de los usos de este solar debe salir fruto de una mesa de trabajo donde nos escuchemos todos, hagamos propuestas y entre todos alcancemos una solución de futuro".

Cabe recordar que en el caso aparecen como investigados el que fuera alcalde de La Orotava, Isaac Valencia, así como el concejal Juan Dóniz, además de varios técnicos de la Corporación municipal orotavense. Actualmente, el teatro Atlante está semiderruido y sus ruinas reflejan los efectos del abandono al que está sometido este espacio y su entorno.