La abstención de AIS-CC, AUP y PP permitió ayer al gobierno en minoría del PSOE aprobar el plan económico financiero 2015-2016 que exige el Ministerio de Hacienda para sanear las maltrechas cuentas del Ayuntamiento de San Juan de la Rambla y lograr el equilibrio presupuestario. Solo el exalcalde Tomás Mesa (VxT) votó en contra del acuerdo en el pleno extraordinario celebrado en la mañana de ayer.

El edil de Hacienda, Cayetano Silva (PSOE), subrayó que ahora toca apretarse el cinturón para cumplir todas las exigencias de Hacienda, pero sin subir los impuestos. La clave del plan de ajuste es que el consistorio solo podrá gastar lo que recaude. El concejal destacó que "será el ayuntamiento el que más se ajuste el cinturón para evitar que sean nuestros vecinos las víctimas del desajuste actual".

Pese a que no se prevé una subida de impuestos, el posible incremento de las tasas sí se debatirá en un pleno posterior.

Para el gobierno local (PSOE), el principal problema del Ayuntamiento ramblero es la escasa recaudación, pues ni siquiera se lleva a los parámetros mínimos exigidos.

El interventor aclaró al pleno que el plan propuesto contiene las medidas adecuadas y cumple todas las exigencias de Hacienda.

El exalcalde Tomás Mesa pidió la dimisión del grupo de gobierno, lo que fue tildado por los socialistas como "una desfachatez". En el debate entre Mesa y la alcaldesa Fidela Velázquez (PSOE) se vivieron los momentos más tensos de la sesión.

El portavoz de AIS-CC, Marco Antonio Abreu, lamentó que "se haya creado alarma social" y quiso matizar que el Ayuntamiento de San Juan de la Rambla "no está intervenido, sino fiscalizado". Además, defendió la gestión del gobierno anterior al asegurar que redujeron el gasto en 283.000 euros anuales: "Buscamos el equilibro y para eso recortamos los sueldos de los concejales, el personal eventual, varias partidas...".

El plan, diseñado para conseguir la estabilidad presupuestaria, plantea la reducción del déficit a través de tres grandes medidas, según destaca el gobierno socialista: "La reducción del 76,23% del capítulo uno del presupuesto, destinado a la remuneración de los concejales del grupo de gobierno, una medida que se viene aplicando desde el comienzo del mandato y permite ahorrar 212.450 euros anuales; la reducción de los gastos en bienes y servicios corrientes ajustando las partidas presupuestarias para optimizarlas en relación a los ingresos, eliminando costes superfluos e innecesarios, y un mayor esfuerzo en la eficacia de recaudación, analizando y regularizando el cobro de impuestos como las plusvalías, muchas de ellas sin cobrar hasta la fecha, y la inspección de las tasas de agua y basura tras detectar que estos últimos años, muchos vecinos han tenido una facturación nula o errónea".

Con la aplicación de estas tres medidas, se prevé que el Consistorio ramblero consiga sanear su economía a principios de 2017, "ajustando gastos e ingresos y eliminando el déficit, lo que originará un balance positivo en las cuentas que levantará la fiscalización del Ministerio de Hacienda", anunció el PSOE.