Puerto de la Cruz despidió ayer a su alcalde, Marcos Brito Gutiérrez (CC), entre lágrimas y aplausos. Más de mil personas, entre ellas autoridades de todos los partidos con representación en Tenerife, acudieron a la capilla ardiente y la misa funeral de un político que llegó al consistorio portuense en plena dictadura, en 1971, y que se despidió 43 años después, tras numerosas vicisitudes políticas y un paréntisis de ocho años, como alcalde en una democracia consolidada.

El cuerpo de Marcos Brito se veló en el salón de plenos desde la tarde del jueves hasta las 12:00 horas de ayer, cuando siete agentes de la Policía Local lo sacaron a hombros del ayuntamiento. Nada más enfilar su último paseo hacia la plaza de Europa, el millar de vecinos congregado para despedir al alcalde le homenajearon con aplausos y vítores. "¡Viva Don Marcos!", se escuchó varias veces mientras su féretro enfilaba la calle Santo Domingo, acompañado por la Banda de Música de la ciudad.

Junto a la familia, todos los miembros de la Corporación municipal (CC, PP, PSOE, VxP e IUC). Ninguno de sus compañeros de CC pudo evitar las lágrimas a la salida del consistorio. Lágrimas que ayer olvidaron la política y también afloraron en los ojos de algunos de sus rivales en las urnas.

Marcos Brito fue un adversario político contundente, en ocasiones temible, pero capaz de separar siempre la trifulca política de las relaciones personales.

El portavoz de VxP, Jaime Coello, quizá su último gran rival político, confesaba ayer que, pese a sus agrios debates plenarios, sentía aprecio personal por Brito. Una opinión también compartida por antagonistas del líder de CC en el Puerto de la Cruz como los socialistas Félix Real, Salvador García o Lola Padrón, tres exalcaldes que ayer compartieron banco en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia con un cuarto exalcalde, Felipe Machado González de Chávez.

La lista de autoridades que acudió al sepelio ocuparía páginas enteras. Miembros del Gobierno de Canarias, del Cabildo de Tenerife, alcaldes de la Isla y exalcaldes -como Isaac Valencia o Hermógenes Pérez-, concejales, corporaciones municipales casi al completo, cuerpo consular, Policía Nacional, Guardia Civil, militares.... Hoteleros y empresarios como Wolfgang Kiessling y su familia; colectivos, fundaciones, clubes, asociaciones...

La misa funeral fue concelebrada por el obispo Bernardo Álvarez y once sacerdotes. En su homilía, el obispo destacó que "los vivos al morir cierran sus ojos, pero abren los nuestros"; valoró la trayectoria de Brito como servidor público, y recalcó que "la historia del Puerto de la Cruz estará vinculada siempre al trabajo de Marcos". Un hombre que fue alcalde en cinco periodos distintos: de 1976 a 1979, de 1995 a 1999, de 2003 a 2007, de 2009 a 2011, y desde 2011 hasta el jueves, cuando apareció muerto, por causas naturales, en la cocina de su casa.

El cuerpo de Brito recibió sepultura en el cementerio portuense de San Carlos. Su familia pidió intimidad en un entierro al que solo asistieron los más allegados. La misa de duelo será el próximo viernes día 24 en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, a las 18:30 horas.