El Ayuntamiento de La Orotava, tras recibir una autorización judicial, ha intervenido directamente en un local del edificio Arautápala, en la avenida Obispo Benítez de Lugo, para evitar que continúen los vertidos de aguas negras a la vía pública que se producían, de forma intermitente, desde hace meses.

La intervención, que comenzó ayer y continuaba hoy, se realizó a través de la empresa concesionaria Canaragua, según detalló el edil delegado de Ordenación del Territorio, Narciso Pérez (CC), quien acudió a la zona junto al edil de Desarrollo Económico Local, David Pérez (CC), y técnicos municipales.

Pérez explicó que aunque se pensaba que el problema podía deberse de nuevo a la fosa séptica del local, se detectó que el problema procedía de un bajante del baño del piso superior al local, y ya se ha procedido a su arreglo.

“Ha sido necesario actuar debido a que las aguas negras salían hacia la calle, lo que generaba una situación alarmante e insalubre que no podíamos permitir”, detalló Pérez.

Esta actuación ha sido un proceso de ejecución forzosa, con autorización judicial, por lo que todos los gastos de la operación serán imputados al titular del local en cuestión. “No podemos permitir que la dejadez de unos propietarios pongan en peligro no sólo el tránsito de las personas por la acera, sino lo que es más grave aún: la salud para las personas”, apunta el edil Narciso Pérez.