A CUATRO meses de las próximas elecciones municipales, se observa en los políticos locales, salvo en CC, un cierto conformismo político que no llego a entender después de casi ocho años de estar soportando las "dictaduras" de los nacionalistas locales, quienes tan felices se las prometían si llegaban al trono, pero que han dejado mucho que desear en tantos años en el poder municipal. Y todo, evidentemente, por la forma de proceder de un alcalde que no alcanza la talla como político, y que se ha pensado que el municipio es propiedad suya. Y para colmo, quienes le acompañan en este largo y frustrado viaje primerizo, desde el año 2004 hasta estas fechas, también eran pasaje sin experiencia política y que mucho tenían que haber aprendido de antemano. Pero ya saben, el dinero de los grandes sueldos mueve montañas. Y ahí se tiraron de cabeza. Luego llegaron, se estallaron y nos han dejado a todos casi "jorobados", como no podía ser de otra manera, y bajo el signo del aprendizaje político del momento.

En consecuencia, y sin entrar en los pactos que ya todos conocemos, los nacionalistas de CC en Los Realejos han jugado con el sentir de nuestras gentes. ¡Nunca había visto yo un alcalde tan caprichoso ni tan individualista! Él lo ha querido equipar todo, y por ese motivo y forma de actuar el último pacto con los socialistas se deshizo como grano de sal, precisamente cuando ambas formaciones políticas cantaban a bombo y platillo que el pacto funcionaba muy bien, tanto en palabras de don Vicente Quintero, como de don Oswaldo Amaro, y ya ven… "a bailar con la más fea". Porque todo quedó en papel mojado, ya que el alcalde no pretendía que nadie pasara por encima de él, menos aún sus socios de gobierno, los socialistas, como todos recordarán.

Ahora, cuando casi estamos a las puertas de las próximas elecciones municipales, noto un total conformismo que emana tanto de los populares como de los socialistas. Al menos esa es mi impresión y, por tanto, pienso que ambas formaciones están o deben estar muy satisfechas con el trabajo desarrollado por los nacionalistas. De lo contrario, y tal como "ruedan" las cosas en el ayuntamiento, que no es ni mucho menos una "casita de chocolate", tienen que definirse y dejarse ver, pero no en las iglesias o en los actos concurridos de público, sino en aquellos lugares donde aún CC no ha llegado ni quiere llegar, porque el diálogo con los vecinos es importante, y dar la cara en estos momentos es fundamental.

Por eso digo que no basta con acudir a las iglesias o a actos multitudinarios; los políticos honestos y trabajadores tienen que tomar el pico y la pala, si fuera necesario, y estar muy atentos a cuanto sucede en este municipio buscando soluciones a los muchos problemas de los ciudadanos. Si no es así, si no se toman las cosas en serio y se espabilan unos y otros, perderán muchos votos. Y es ahora cuando los partidos de la oposición tienen que dar la cara para intentar llegar al ayuntamiento con un proyecto claro, dados los momentos tan extremadamente malos que hemos vivido.

Socialistas, populares e incluso IU, que también debe estar representada en el ayuntamiento si consigue la confianza de sus electores, deben ponerse ya manos a la obra, porque no podemos consentir que CC gobierne este municipio cuatro años más, bajo ningún concepto, aunque en política todo es posible por aquello de los pactos. Un ejemplo lo tenemos en el último entre CC-PSC y ya ven dónde y cuánto tiempo duró, siendo además un pacto contra natura. Pero lo que más me llamó la atención fue cuando don Oswaldo se deja decir que él era de centro-izquierda y que su programa electoral coincidía con el de los socialistas realejeros en muchos aspectos.

El resultado final de ese pacto está en la mente de todos. Y al alcalde no le quedó otro remedio que gobernar en minoría, porque también, y una vez más, los caprichos se pagan.

Ahora, tanto los socialistas como los populares deben poner toda la carne en el asador. Espabilarse y dar la cara en estos momentos es importante. Pero también hay que cumplir con lo que se promete, y el que no esté dispuesto a trabajar por un municipio mejor que se quede en su casa.

Tampoco comulgo con caprichos. El político tiene que dar la cara, estar al lado de las gentes, ser dialogante y gobernar para todos, sin distinción de razas o colores, y buscando soluciones a los problemas que plantean los ciudadanos. Si no es así, no vale la pena salir de casa ni acudir a las urnas, que por cierto es el lugar donde los ciudadanos premian a los buenos políticos y castigan a los ineptos.

Y para el que no lo sepa, en este municipio hay muchos políticos incumplidores. Olvidarlos sería lo mejor, porque este noble pueblo no necesita gente que nos siga engañando; queremos políticos serios, honestos, dialogantes, nobles y comprometidos a llevar a esta ciudad al lugar que le pertenece. Y a los "cachanchanes" decirles que se queden en su casa.

Y termino: Los Realejos necesita un giro de 180 grados. Políticos honestos y válidos tiene esta tierra, pero lo tienen que dar a demostrar con hechos y no con promesas falsas.

De los valientes se han dicho muchas cosas positivas; de los cobardes nada se ha escrito.