El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, se ha comprometido este viernes a aplicar una bajada del 60 por ciento en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a los que habiten las zonas rurales despobladas, en lugar de "enchufar a gente en las diputaciones".

Durante su intervención en un encuentro informativo organizado en Burgos por el Grupo Promecal, Rivera ha rechazado las recetas del "bipartidismo" y se ha preguntado de qué sirve erigirse como "defensores" de los ciudadanos del medio rural si en territorios como Castilla y León hay 150.000 habitantes menos en los últimos años.

Rivera ha planteado la posibilidad de que las zonas despobladas tengan un tratamiento fiscal similar al existente ya en Canarias, Ceuta y Melilla, con especial protección a los emprendedores que quieran desarrollar su proyecto en zonas rurales, lo que tratará de incluir en su comprometido Plan Nacional contra la Despoblación.

Su idea es liderar desde el Gobierno central un acuerdo con las comunidades autónomas, pero también con los municipios, mientras que en el caso de las diputaciones provinciales, cuya desaparición Ciudadanos incluyó en los programas electorales de las anteriores citas electorales, plantea su conversión en consejos de alcaldes para mancomunar servicios.

Aunque el plan se presentará con detalle en breve, según ha anunciado, Rivera ha adelantado que incluirá no solo medidas fiscales, sino también relacionadas con infraestructuras, servicios sociales, servicios públicos y apoyo a emprendedores.

Ha asegurado que el plan cuenta con un modelo de financiación que no ha querido adelantar.

También ha explicado que no se aplicará solo en comunidades o territorios delimitados, sino que tendrá carácter nacional y afectará a todos los municipios con menos de 5.000 habitantes o con una densidad de población muy baja.