El líder del PP, Pablo Casado, ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a tomar el control de los Mossos d''Esquadra, mediante la Ley de seguridad nacional, o de la Guardia Urbana para retirar las "esteladas" y los lazos amarillos de los edificios públicos de la Generalitat si no lo hace el Govern.

Lo ha hecho en el acto de presentación de la número uno de los populares por Barcelona para las elecciones generales del 28 de abril, Cayetana Álvarez de Toledo, en el hotel Sunotel Central de la capital catalana, en el que también ha participado el presidente del PPC, Alejandro Fernández, y el candidato a la alcaldía de la capital catalana, Josep Bou.

El debate sobre la presencia de "esteladas" y lazos amarillos en edificios públicos de la Generalitat persiste después de que este miércoles el presidente catalán haya indicado -sin precisar cómo- que tiene previsto seguir las directrices del defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, que ha recomendado retirar estos símbolos durante el período electoral, con lo que a su vez se cumple con la orden al respecto de la Junta Electoral Central (JEC).

Ante este escenario, Casado ha responsabilizado a Sánchez de la dilación en el cumplimiento del mandato de la Junta Electoral. "Él es el responsable de que esto se haga. No podemos estar viendo cómo se pasan la pelota o juegan al ratón y al gato, cuando lo que tiene que hacer es hacer cumplir la ley", ha agregado.

Para el líder de los populares, el Estado debe intervenir y tomar el control de las instituciones catalanas cada vez que la Generalitat se salte la ley, ya sea en materia de seguridad, educación, finanzas o medios de comunicación.

Casado ha asegurado que, adoptando medidas como éstas, se tranquilizaría a los catalanes que ven "con preocupación y zozobra" cómo el gobierno de Sánchez no frena "los desvaríos secesionistas" del Govern de Quim Torra.

Una contención que, a su juicio, solo puede garantizar una victoria del PP el próximo 28 de abril, en la que ha confiado que jugará un papel muy importante la candidata por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, a quien ha emplazado a desoír las críticas de quienes le cuestionan por no hablar catalán. "No sé si a Messi le pidieron hablar catalán", ha ironizado.

También Álvarez de Toledo ha dedicado gran parte de su intervención a reivindicar su legitimidad para concurrir al 28-A por Barcelona -"soy una española que se presenta a unas elecciones generales españolas por una provincia española"-, frente a quienes "muestran la cara amarilla de la xenofobia" al pretender "discriminarla" por no hablar catalán.

La candidata ha defendido que el próximo ciclo electoral debe servir para "ensanchar la base" del constitucionalismo en Cataluña y demostrar que "Cataluña no está condenada a ser una tribu amarilla", tras lo cual ha añadido que "si acaso serán condenados quienes intentaron convertirla en una tribu amarilla".

Álvarez de Toledo ha definido el nacionalismo catalán como "un proyecto de extranjería" que pretende convertir en extranjeros al resto de españoles, e incluso a algunos catalanes, y ha defendido la Constitución como "la verdadera tercera vía" que asegura la convivencia.

En la fila cero de la puesta de largo de Álvarez de Toledo estaban la hasta ahora portavoz popular en el Congreso, Dolors Montserrat; el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo, el candidato del PP a la alcaldía de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el exministro Jorge Fernández Díaz, y caras conocidas del entorno del PPC como Andrea Levy, Juan Milián e Irene Pardo.