El administrador del Hotel Traver de Figueres (Gerona) ha relatado este miércoles durante su declaración como testigo en el juicio del ''procés'' independentista en el Tribunal Supremo que a finales del mes de septiembre de 2017 se vieron obligados a desconectar el teléfono ante las numerosas llamadas de "presión" recibidas por parte de personas contrarias al alojamiento de un centenar de policías nacionales en el establecimiento. Habían sido trasladados a la zona ante la convocatoria del 1-O.

Este ciudadano ha declarado sin que su imagen fuera difundida por las cámaras que graban la sesión y ha señalado, a preguntas del fiscal Fidel Cadena, que pudo ver dos manifestaciones frente al establecimiento que ha calificado de "pacíficas"; una en contra de los agentes por parte de estudiantes y otra de personas a favor de su estancia en el lugar.

En todo caso, ha recordado que los propios agentes establecieron un dispositivo de seguridad "para evitar posibles concentraciones" y que lo ocurrido no motivó el desalojo de los agentes alojados.

CONCENTRACIONES EN LOS HOTELES: "FUERA POLICÍAS"

Previamente había comparecido como testigo el responsable de otro establecimiento, el Hotel Gaudí de Reus (Tarragona), en el que se alojaron guardias civiles destinados a Cataluña en la misma fecha.

Según este testigo hubo muchas concentraciones en las que se gritaron consignas como "fuera policías" y "fuera las fuerzas de ocupación", aunque únicamente de dos de ellas puede decirse que lograran reunir a un número considerable de personas. Ha añadido que los policías se marcharon por su propia voluntad: "Se acabó su reserva y no teníamos más".