El presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, advirtió ayer de que se ha puesto en marcha una "guerra sucia" contra su formación, "con insultos, instrumentalización de las instituciones e intentos de deslegitimar al adversario", mientras los populares se están ocupando de "política educativa y pensiones".

Durante la presentación en Alcalá de Henares de los candidatos de la zona este de Madrid a las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, Casado se refirió a una información del diario El Mundo, que dice que el Gabinete de Presidencia del Gobierno pidió a los ministerios "argumentos de ataque frente otros partidos, sobre todo el PP".

"Mientras otros insultan o buscan guerra sucia -dijo Casado- y otros quieren cambiar el logotipo de las embajadas y parecen olvidarse de que estamos en una monarquía y no en una república, nosotros presentamos propuestas", apuntó. "Ladran, luego cabalgamos", añadió.

Además de reiterar algunas propuestas ya conocidas en materia de pensiones, como garantizar el blindaje fiscal de los planes de ahorro y pensiones, para garantizar que si alguien quiere recuperar lo invertido "no tendrá gravamen fiscal", destacó el compromiso del PP para eliminar el impuesto de sucesiones, patrimonio y actos jurídicos documentados de las hipotecas. Asimismo, señaló su intención de bajar el IRPF por debajo del 40% y el de sociedades por debajo del 20 %.

El PP, explicó Casado, es el partido que subió las pensiones, frente a un PSOE que cuando ha gobernado ha abordado este tema "de tres maneras: la primera, Felipe González quebró el sistema que tuvo que arreglar Aznar; después Zapatero hizo lo mismo hasta que llegó Rajoy, y ahora Pedro Sánchez intenta vender la subida ya acordada como suya".

Opinó que el actual ejecutivo "es un irresponsable al cargarse la realidad presupuestaria y apelando al miedo de los pensionistas". Al respecto afirmó que, "después de 40 años partiéndose la espalda, no hay derecho que llegue el Partido Socialista y quiebre el futuro de los trabajadores".