El Consejo Nacional del PSC proclamó ayer a Meritxell Batet como candidata por Barcelona para las elecciones generales del 28 de abril, comicios que la ministra planteó como una "encrucijada" entre la "esperanza" del PSOE y unos PP, Cs y Vox que situó en el "córner de la extrema derecha".

Arropada por el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, además de los principales dirigentes y alcaldes del partido, Batet fue ratificada para repetir como cabeza de lista de los socialistas catalanes en las generales.

Con un 99,4% de apoyo de los consejeros nacionales, tras una votación secreta en urna, Batet fue designada candidata por Barcelona, mientras que Marc Lamuà, Joan Ruiz y Montse Mínguez encabezarán la lista por Girona, Tarragona y Lleida, respectivamente.

"Estas elecciones son una encrucijada en la que se plantean dos alternativas: o la continuidad de un Gobierno progresista y dialogante o el acceso al gobierno de tres derechas que piensan hacernos retroceder décadas", advirtió Iceta, ejerciendo de telonero.

Un Iceta que, para hacer frente a esa España "negra", reivindicó la España de "progreso" y llamó a salir "todos a la calle" el 8 de marzo para defender los derechos de las mujeres: "Están matando a las mujeres por ser mujeres. Hay hombres que piensan que son de su propiedad. Si las mujeres no son libres, los hombres tampoco".

Esa "encrucijada" del 28-A la esgrimió también Batet, para quien se deberá decidir "si queremos ir hacia delante o hacia atrás" y añadió: "Podemos dar ese salto de modernidad, mirar al futuro y luchar para que haya igualdad real de hombres y mujeres".

"Os quiero decir bien claro que no quiero un gobierno de derechas porque quiero demasiado a este país y a su gente como para tener que sufrir cuatro años más un gobierno más de derechas que nunca. Se ha acabado el centroderecha o la derecha matizada: están todos en el córner de la extrema derecha", dijo.

Y, en este sentido, criticó que el PP "siempre llegue tarde" a todos los avances sociales y reclamó hacer una "política de modernidad" y no una que "nos retrotraiga a un pasado oscuro, en el que se priorizan las trincheras, la crispación y la confrontación. En nuestra España cabemos todos, porque es un proyecto ilusionante".

Pero sería otro miembro del actual Ejecutivo socialista, el ministro Ábalos, quien protagonizó el discurso más duro contra PP y Ciudadanos, al tachar de "inútiles" a la formación naranja y calificar de "impostor" al ex primer ministro francés y alcaldable por Barcelona con el apoyo de Cs, Manuel Valls, al tiempo que vaticinaba que Pablo Casado se va a "cargar" al Partido Popular.